Flavia Royon indicó que podría tener un impacto del 60% en las facturas. En la provincia de Buenos Aires se sumará al ajuste por la suba en el transporte de la energía.
El Gobierno nacional confirmó que desde mayo habrá un incremento de tarifas de, en promedio, un 60% en las boletas de energía eléctrica para aquellos usuarios que no cuenten con subsidios y que paguen la totalidad del costo del servicio, ya sea porque sus ingresos califican en el escalafón Nivel 1 del esquema de segmentación o bien porque hubo titulares del servicio que olvidaron o no pudieron concretar el trámite de inscripción al formulario RASE para contar con subvención estatal.
De esta manera, la administración nacional avanzará con la promesa que le hizo al Fondo Monetario Internacional (FMI) y por eso quitará todos los subsidios al costo de la luz que recibe el nivel N1, que es el de más altos ingresos. Será en todo el país, pero el impacto mayor se sentirá en el área metropolitana de Buenos Aires.
Además, esto se sumara al incremento tarifario de energía eléctrica del Gobierno bonaerense, basado en el costo de distribución en todos los distritos, y que se notará en las facturas desde mayo y que en esta primera etapa será del 108%, aunque después habrá otro ajuste en junio.
Según explicó la secretaria de Energía, Flavia Royon, en el marco de un encuentro sobre el sector energético de IDEA en Neuquén, el impacto en las boletas del grupo de altos ingresos podría llegar al 60%, aunque algunas estimaciones hablan de un 85%.
Energía venía haciendo aplicando la quita de subsidios en etapas, pero en febrero se detuvo, ya que muchos usuarios no se habían inscripto en el registro. Pero después de este plazo, se avanzará con el recorte para los hogares N1. Son, aproximadamente, un tercio de los usuarios totales, unos 5,2 millones de los 15,7 millones en los registros oficiales.
Desde el Gobierno detallaron que para el resto de los usuarios o bien no habrá incrementos -para los Nivel 2, con la mayor protección de subsidios- o bien serán solo a partir del tope de consumo -400 megavatios-, que corresponde a los de Nivel 3, el segmento de ingresos intermedios.
El impacto en las boletas difiere según la zona. En Buenos Aires, el costo de la electricidad tiene mayor incidencia en las facturas que la distribución. Por eso, una estimación oficial es que el incremento será del 60%.
Sin embargo, a esto hay que sumar el aumento del 108% que rige en la provincia de Buenos Aires aplicado en el Valor Agregado de Distribución (VAD) que, aunque depende de la compañía que opera en cada región, ronda el 30% del total de la factura que paga el usuario. Aunque todo depende del consumo de cada usuario y de la distribuidora, se estima que con los dos ajustes (abril y el que se aplicará en junio) las tarifas treparían en torno a los 850 pesos por mes. Aunque es probable que afecté mucho más que ese valor al segmento no subsidiado. (DIB)