Ante la fuerte suba de casos
Sólo podrán pasar los trabajadores de rubros considerados esenciales. Lo acordaron para la etapa de la cuarentena que comienza el lunes, en la que no habrá nuevas flexibilizaciones
Un día después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador Axel Kicillof acordaran, en Olivos y frente a la mirada del presidente Alberto Fernández, que que no habrá nuevas excepciones a la cuarentena, la puja entre los dos distritos se trasladó a la Casa Rosada.
La Provincia insiste en eliminar el flujo de trabajadores no esenciales entre los distritos. En la Ciudad coinciden, pero destacan que la apertura de comercios prácticamente no aumentó el el número de pasajeros en el transporte público y que mayores controles podrían perjudicar el tránsito de trabajadores de la salud y seguridad, entre otros.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, encabezó desde las 18.30 la reunión en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, que contó con la presencia de espadas técnicas y políticas de los tres gobiernos: acudieron los ministros de Seguridad, Salud y Transporte de los tres gobiernos. Mientras promediaba la reunión se difundió el parte vespertino de Salud. En apenas 24 horas los contagiados pasaron de 474 a 648.
Este viernes, el Presidente mantendrá una reunión con infectólogos en Olivos. La cuarentena no se flexibilizará más en el área metropolitana y se intensificarán los controles en el transporte. Además, se profundizará el trabajo conjunto en los asentamientos.
El jefe de Estado oficializaría la extensión de la cuarentena hasta el 7 de junio y las nuevas medidas el sábado, acompañado por el gobernador y el jefe de Gobierno.
“La idea es desalentar todo tipo de trabajo no esencial”, afirmaron cerca de Cafiero. Eso no significa que deberán cerrar los comercios de la Capital pero sí se eliminaría la asistencia de los trabajadores que viven en el Conurbano y tenían permisos de sus empleadores.
El Gobierno avanza en un reempadronamiento de los 4,9 millones de certificados únicos de circulación emitidos por Nación para el AMBA. Los habilitados deberán tramitar un nuevo permiso para circular con un código QR que será controlado por las fuerzas de seguridad y de tránsito. «El problema no es el transporte, es hacia dónde se va y adónde se regresa. Los controles que se aumenten serán sobre los permisos de excepción», explicaron en el Gobierno.
Larreta y Kicillof, que estuvieron ausentes en la Rosada, están de acuerdo en el diagnóstico: es necesario restringir el tránsito vehicular, que se relajó en los últimos días.
Sin embargo, las diferencias sobrevienen a la hora de pensar en cómo implementarán las medidas. El jefe de Gobierno teme que el aumento de controles en las autopistas y accesos complique el flujo del personal esencial, en especial el de las fuerzas de seguridad y sanitario. Podrían cerrarse nuevos accesos a la Capital. Al comienzo de la cuarentena se cerraron 56 conexiones entre ambos distritos.
El gobernador y el jefe de Gobierno también tienen visiones diferentes sobre la multiplicación de casos en las villas. Larreta cree que el aumento de casos tiene que ver con el aumento de los testeos. Kicillof cree que es al revés. En la reunión se resolvió incrementar la presencia de los tres gobiernos en villas de emergencia y asentamientos con testeos, asistencia y entrega de lavandina y alcohol.
El mandatario bonaerense pretende que las restricciones de movilidad se den también entre los diferentes municipios del Gran Buenos Aires. «La realidad es que con la circulación de la gente crece la circulación del virus», dicen cerca Kicillof.
Larreta por ahora no piensa en dar marcha atrás con ninguna de las excepciones permitidas. Sin embargo, esperará a último momento para decidir. «Cuantos más días pasan, más números tenemos para decidir», razonan en la Ciudad.
Es casi un hecho que las salidas recreativas para los chicos los fines de semana por ahora se mantendrán sin cambios en la Capital. En la jefatura de Gobierno están más que conformes con la responsabilidad individual de los porteños: afirman que el uso de barbijo es universal y se cumple la distancia social.
Luego de los cortocircuitos entre la Ciudad y la Provincia alrededor de la flexibilización porteña, el Presidente les pidió el jueves a Kicillof y Larreta «una salida consensuada y coordinada». Cerca del jefe de Gobierno desligan al gobernador de las declaraciones de intendentes y funcionarios. Afirman que son los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner quienes tensan el vínculo. (Clarín – Por Guido Carelli Lynch)