El ministerio de Salud informó este miércoles que en las últimas 24 horas se registraron 5.641 nuevos casos de coronavirus en el país y que en total murieron 110 personas. Con esos datos, la cantidad de contagiados desde que comenzó la pandemia llegó a 178.996 y la de fallecidos a 3.288.
Del total de esos casos, 1.115 (0,6%) son importados, 52.375 (29,3%) son contactos estrechos de casos confirmados, 96.710 (54%) son casos de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica.
Como viene sucediendo, la amplia mayoría de los nuevos contagios se concentraron en la provincia de Buenos Aires (3.852) y en Capital Federal (1.079). Entre los restantes, 172 fueron en Jujuy; 111 en Córdoba; 68 en Santa Fe; 65 en Mendoza; 55 en Río Negro; 52 en Chaco; 44 en Santa Cruz; 31 en La Rioja; 30 en Neuquén; 16 en Corrientes; 15 en Entre Ríos; 14 en Tierra del Fuego; 10 en Tucumán y en La Pampa; 9 en Salta; 3 en Chubut; 2 en Santiago del Estero y en San Luis; y uno en Formosa. Por el contrario, no se detectaron casos positivos en Catamarca, Misiones y San Juan.
En el reporte matutino, la cartera que conduce Ginés González García indicó que se registraron 21 nuevas muertes: 10 hombres, 6 residentes en la provincia de Buenos Aires, 1 en la ciudad de Buenos Aires, 2 en Chaco y 1 en Río Negro; y 11 mujeres, 6 residentes en la provincia de Buenos Aires, 4 en CABA y el restante en la provincia de Chaco.
Por la noche se notificaron otras 89 nuevas muertes. En este caso se trató de 50 hombres, 35 residentes en la provincia de Buenos Aires y 15 en Capital Federal; y 38 mujeres, 24 residentes en la provincia de Buenos Aires, 9 en CABA, 4 en Mendoza y uno en Santa Fé.
A la fecha, el total de altas es de 77.855 personas. Ayer fueron realizadas 14.899 nuevas muestras y desde el inicio del brote se realizaron 675.011 pruebas diagnósticas para esta enfermedad, lo que equivale a 14.875,7 muestras por millón de habitantes. En tanto, el número de casos descartados hasta ayer es de 392.744 por laboratorio y por criterio clínico/ epidemiológico.
Durante la mañana la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, señaló que si alguien tiene la necesidad de encontrarse con amigos o familiares en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, “es mucho mejor” hacerlo en un parque respetando las medidas de seguridad recomendadas que hacerlo dentro de una casa sin tapabocas.
Ayer, en el marco de una flexibilización gradual de la cuarentena en la Ciudad de Buenos Aires, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, le recomendó a la población que, si hubiera “una necesidad imperiosa de encontrarse con alguien” en medio de la cuarentena, se busquen “alternativas seguras” como “salir a caminar por espacios públicos” y no juntarse, en cambio, “a comer en una casa”.
Vizzotti avaló la recomendación de Quirós sobre las reuniones pero remarcó la importancia del cumplimiento de las medidas de prevención para disminuir el riesgo de contagio. “Nosotros lo que sabemos sin dudas es que el tiempo es importante. También el ambiente, porque si es cerrado aumenta el riesgo, y la intensidad de la actividad, porque una cosa es estar bailando, gritando o estornudando que hablando. Y la otra son los dos metros de distancia”, explicó en diálogo con el periodista Luis Novaresio en Radio La Red. “Todo eso impacta directamente en el riesgo”.
La cuarentena se volverá a extender en el AMBA a partir del lunes. Abrir más la cuarentena o seguir en fase 3, esa es la cuestión que debatieron hoy Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta en una reunión en la que, desde el comienzo, se descartó la posibilidad de ir para atrás en los permisos de apertura. Es que mientras los contagios no disminuyen en el AMBA, y en la provincia de Buenos Aires aumentan en las últimas semanas a un porcentaje mayor que en la Ciudad, a ambos lados de la General Paz la actividad comercial comenzó a desentumecerse oficialmente, y a nadie le conviene volver para atrás.
En el gobierno porteño están convencidos que no hay ninguna posibilidad de que la Ciudad regrese a una fase anterior. Tienen distintos argumentos. La tasa de letalidad está en 2,13% pero sigue muy baja en relación a los estándares internacionales, el programa DetectAR está muy activo en las villas y barrios porteños, y que tienen estabilizada la curva de contagios alrededor de 1.000 casos por día. Además, entienden que no habiendo condiciones para otra cosa lo único que es posible hacer es acostumbrarse a convivir con el virus, y solo poner freno cuando las unidades de terapia intensiva (UTI) lo exijan.
En el gobierno bonaerense la situación es otra. El aumento de casos se multiplicó en las últimas semanas y temen que el sistema sanitario colapse en la segunda quincena de agosto. Así lo dejó en claro ayer el ministro de Salud de Buenos Aires, Daniel Gollan, cuando anticipó que a este ritmo de contagios la Provincia se quedaría sin camas de terapia en el corto plazo.
De acuerdo a los últimos datos, de los más de 92 mil pacientes que actualmente cursan la enfermedad, 1.057 lo hacen en unidades de terapia intensiva. La ocupación de las camas UTI en el Área Metropolitana de Buenos Aires es del 63,4%.