Con un escenario de «estabilidad» en la siempre candente zona metropolitana, y la preocupación creciente por brotes en centros poblados del interior del país y distritos periféricos de la provincia de Buenos Aires, el gobierno de Alberto Fernández ya comenzó la cuenta regresiva para una nueva prórroga de la cuarentena en el país por el coronavirus. El anuncio de la extensión del aislamiento, que será por otras dos semanas, está programado para el jueves a la noche o, «a más tardar», el viernes próximo. El Presidente, como en otras oportunidades, estará flanqueado por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
La ronda de consultas comenzará formalmente hoy, cuando el ministro de Salud, Ginés González García, se reúna con el comité de infectólogos y expertos que asesora al Presidente desde el inicio de la cuarentena, el 20 de marzo. «Ahí se va a comenzar a definir todo», expresaron desde el Ministerio de Salud, donde reconocen que el foco de los esfuerzos sanitarios pasó del AMBA, en una «meseta alta pero estable», a centros poblados de Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Río Negro y otras provincias que, según la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, «registran un aumento sostenido de casos y no logran controlar» los brotes que aparecieron en las últimas semanas.
Durante la reunión de la semana pasada con los ministros de Salud provinciales, González García prometió más fondos para las provincias en crisis a través del plan Sumar, así como el envío de terapistas, médicos e infraestructura sanitaria. También les dijo que el Gobierno utilizará la vacuna «que salga primero» y que «se está hablando con todos» los potenciales proveedores, entre ellos la que se producirá en el país en convenio con la Universidad de Oxford. «Todos estamos muy atentos a lo que pasa en las provincias», dijo el Presidente ayer en un acto de inauguración de obras en cinco provincias.
La «mudanza» del virus, reconocen cerca del gobernador Kicillof, pasó del conurbano bonaerense a muchas localidades del interior de la provincia más vasta y poblada del país. «Tenemos muchos casos, aunque en una meseta, hay que bajarlos, y si abrís hay un riesgo de desmadre», afirmaron a LA NACION desde el ministerio de Salud bonaerense, por lo que dieron por descontado que la propuesta del gobernador a Fernández será «dejar todo como está» en el AMBA por otros 15 días, y analizar «día a día» la evolución de la pandemia en distritos del interior que ya estaban en fase 4 e incluso en fase 5 (de «nueva normalidad») en el interior bonaerense. Kicillof se reunirá durante la jornada del jueves con su propio comité de epidemiólogos y con intendentes de su provincia antes de definir la propuesta que llevará a Olivos.
Reaperturas en territorio porteño
Cruzando la avenida general Paz, el gobierno de Rodríguez Larreta se muestra confiado en poder seguir dando pasos de su plan de reapertura en seis etapas, definido a mediados de julio. «Tenemos un plan prudente y paulatino de aperturas», reiteró anoche en TN el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, y mencionó la reapertura de los locales gastronómicos al aire libre y un «ordenamiento de los espacios públicos» como plazas durante las salidas recreativas como prioridades para la nueva etapa, al estilo de lo que ya ocurre en localidades bonaerenses como San Isidro o Vicente López.
Desde el edificio de Parque Patricios no pierden las esperanzas de conseguir la autorización nacional para la apertura de gabinete informáticos en escuelas de la ciudad, que ya rechazaron el ministro de Educación, Nicolás Trotta, los sindicatos docentes porteños y el propio Presidente, para quien «no hay que abrir escuelas, sino dar internet» a los más de 6500 chicos con problemas de conectividad que el gobierno porteño intenta volver a acercar al sistema educativo virtual.»Es un protocolo muy seguro», dijo hoy Quirós en relación a esa iniciativa.
«Esta vez no va a haber mucha discusión. Estamos alineados», afirmaron desde la Casa Rosada en torno al trío que componen Fernández, Rodríguez Larreta y Kicillof, al que podrían sumarse en la quinta de Olivos o de manera virtual-como ya ha ocurrido-otros mandatarios provinciales complicados por la expansión del virus en sus territorios. (La Nación – Por Jaime Rosemberg)