Durante una reunión en la Casa Rosada, funcionarios nacionales analizaron los próximos pasos con ministros de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires
Una certeza y coincidencia al mismo tiempo tienen el gobierno nacional, la provincia de Buenos Aires y la administración porteña: que el esquema de cuarentena para contrarrestar el COVID-19 seguirá en el AMBA después del 7 de junio. Aunque podría darse una “oxigenación” o “flexibilización” del actual régimen de aislamiento siempre que persista en los próximos días la meseta de casos de contagio que se vio en la última semana en la región metropolitana.
A esta conclusión arribaron este lunes los máximos representantes del gobierno nacional liderados por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, junto con ministros de la ciudad de Buenos Aires y de la gobernación bonaerense en una reunión de casi dos horas que se realizó en la Casa Rosada donde quedaron expuestas las posturas contrapuestas que hay actualmente entre CABA y la provincia de Buenos Aires ante una eventual flexibilización amplia de la cuarentena.
Los datos de este amesetamiento en la curva de contagios en los últimos cinco días genera cierta esperanza en el gobierno nacional pero también en la administración de Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof. Según las cifras oficiales, el incremento de casos de contagio de coronavirus de los últimos días giró en torno al 5,6%. y 5,8%. Esto equivale a unos 970 casos de contagio nuevo diarios.
Sobre esta base de casos, desde la Casa Rosada admitieron a Infobae que la idea de “oxigenar” el aislamiento en la región AMBA se está evaluando en función del reclamo de la gente pero también en relación a ese incremento de contagios que se vieron en los últimos días donde no se percibe un pico en aumento de COVID-19 en la región metropolitana. Se mencionó también la idea de “hacer una apertura quirúrgica de la cuarentena que no implique tirar todo lo hecho hasta ahora por la borda”. Este es un término que acuñó el ministro de Salud Ginés González García.
En la práctica esto sería: evaluar nuevas aperturas comerciales u otras actividades, siempre que se cumpla un estricto control sanitario y que no implique un mayor tráfico de gente. Esto podría ser por zonas barriales y determinadas actividades. También en esta idea de “oxigenar” la cuarentena, eventualmente, se mantendrán los puntos de control de acceso interjurisdiccional y el control muy estricto de contagios en los barrios vulnerables tanto del conurbano como de la CABA.
Claro que en la reunión de anoche se vieron en la mesa las dos posturas esgrimidas ahora ante la nueva fase de cuarentena que se dará a conocer desde el 7 de junio. La administración porteña brega por una apertura o flexibilización mínima pero apertura al fin del aislamiento. En el caso de la gobernación bonaerense se planteó restringir e incluso volver a la fase II, es decir un aislamiento más severo.
En línea con una postura intermedia entre la visión aperturista porteña y la idea de restringir de la administración bonaerense, el ministro de Transporte, Mario Meoni, explicó al término de la reunión: “No creemos que haya nuevas restricciones en la nueva fase de cuarentena sino que por el contrario se va a analizar la posibilidad de generar nuevas actividades que no impliquen un contacto estrecho. Pero esto dependerá de cómo evoluciona la situación y si se mantiene una situación estable de contagio. Esto puede cambiar día a día”.
A la vez, desde la Casa Rosada dijeron que la reunión de ayer fue de análisis de la situación del AMBA para ver cómo estaban funcionando las distintas actividades que se fueron habilitando y analizar ese escenario para tomar definiciones durante la semana que resolverá el Presidente durante el fin de semana. Y destacaron que hubo una disminución de la cantidad de casos en los barrios vulnerables de ambas jurisdicciones. Pero cualquier medida que se tome se buscará que sea pos consenso entre las administraciones del AMBA y el gobierno nacional. No se permitirán fisuras.
Se destacó, así, tanto en Ciudad como en Provincia de Buenos Aires el buen funcionamiento de la aplicación de la App Cuidar, los permisos y el programa Detectar. Se comprobó una baja del uso del transporte respecto a dos semanas atrás, pero bastante estable. En el último mes el promedio de circulación fue de un millón de usuarios por día en toda la zona metropolitana en todas las modalidades, tanto trenes, subtes como colectivos. No se vio un aumento del volumen de personas que se trasladó de Provincia a la Capital ya que en el último mes se generó una estabilidad del orden de 200 mil personas.
En los próximos días el presidente Alberto Fernández recogerá más ideas, testimonios y recomendaciones de ministros de la ciudad de Buenos Aires y la provincia a la vez que buscará la opinión de los expertos para determinar el 7 de junio cómo sigue la nueva etapa de cuarentena. Pero aún con las diferencias de criterio que hay en el AMBA existe la certeza de seguir adelante con la cuarentena y no hacer demasiados retoques en el esquema actual de aislamiento social a pesar de los cuestionamientos que hubo en los últimos días de algunos sectores sociales que piden una apertura de actividades.
El vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, que participó del encuentro en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, expresó a Infobae que “hay que trabajar en conjunto y debemos lograr un consenso todos. Cayó la movilidad en la región metropolitana. Estamos un escalón arriba en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia. Estamos estables en casos en los últimos días. En un nuevo escalón estable hay que ver qué hacemos”.
No obstante, puertas adentro de la reunión se supo que la postura de la administración porteña de flexibilizar difiere de la idea de la administración de Axel Kicillof de volver a la fase II con mayores restricciones. Y Santilli fue claro en el sentido de que no se admite un retroceso en el actual esquema de aislamiento.
Algo de estas diferencias dejó entrever el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Andrés Larroque, quien al salir de la reunión en la Casa Rosada dijo que “la situación de contagios comunitarios de COVID en las Villas Itatí y Azul del conurbano nos debe mantener en alerta. Vamos a ser cuidadosos y no podemos hoy reabrir actividades porque hay que ser prudentes”.
En el gobierno de Kicillof están muy preocupados con un brote de contagios en los barrios vulnerables que son 1.800 en el conurbano. Aunque se sabe que las únicas villas que hasta ahora presentan problemas son las de Itatí y Azul. En el resto se avanza en estos días en nuevos operativos para detectar casos. Así, se harán testeos en Fuerte Apache y en barrios vulnerables de La Matanza, Merlo, Almirante Brown, Moreno, Lanús y San Martín.
Entre las dos posturas contrapuestas que se vieron en la reunión de ayer de la Casa Rosada se deberá mover el presidente Alberto Fernández para tomar una definición del nuevo esquema de cuarentena en el AMBA. En el resto del país, la situación parece ser otra. “El interior es otro país”, dijo un funcionario del Gobierno con lo que dio a entender que la próxima fase de cuarentena en el interior irá flexibilizando actividades ya que han bajado o se ha mantenido el nivel de contagios.
De la reunión en la Casa Rosada participaron los jefes de Gabinete de las tres jurisdicciones (Santiago Cafiero, Carlos Bianco y Felipe Miguel), los ministros de Salud (Ginés González García, Daniel Gollán y Fernán Quirós), los ministros de Desarrollo Social (Daniel Arroyo, Andrés “Cuervo” Larroque y María Migliore), los ministros de Seguridad (Sabina Frederic, Sergio Berni y Diego Santilli) y los ministros de Transporte (Mario Meoni, Juan José Méndez y Alejo Supply) . (Infobae – Por Martín Dinatale)