Cuando comenzaron a esbozar el posible plan de vacunación nacional, la directiva del Gobierno fue clara y la misma que manejan los países de todo el mundo: la prioridad son las personas en riesgo, entre ellos los que trabajan en salud y los mayores de edad. Sin embargo, el panorama ahora resulta confuso en tanto la única vacuna con la que la Argentina tiene negociaciones avanzadas es la rusa Sputnik V y hoy el presidente Vladimir Putin dijo que aún no la había recibido porque no era recomendada para mayores de 60 años. Él tiene 68.
Semanas atrás, al referirse al tema, el ministro de Salud, Ginés González García, indicó sobre el comienzo de la vacunación: «Ojalá hubiéramos empezado ya, pero eso depende de la disponibilidad de las vacunas, que todavía no están aprobadas. Yo calculo que, con poco volumen, vamos a empezar en la primera quincena de enero, pero eso está absolutamente subordinado a que tengamos la vacuna». En otro momento, agregó: «Lo primero será eliminar la mortalidad en los grupos de riesgo» y luego indicó que el objetivo será toda la población «para que no se mantengan los contagios y se corte la cadena de transmisión».
«Más de 12 millones de personas son grupos de riesgo y personal estratégico, personas de más de 60 años, docentes, personal de salud, Fuerzas Armadas y de seguridad, que serán vacunados en primera instancia», afirmó.
Sus declaraciones despertaron preocupaciones hoy luego de la conferencia anual de Putin, quien afirmó que no se aplicó aún la Sputnik V porque no está recomendada para personas de su edad.
Al respecto, fuentes del Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI), quien desarrolla la droga junto con el Instituto Gamaleya de Moscú, indicaron a LA NACION que por el momento la vacuna creada en el país está aprobada solo para el grupo etario de 18 a 60 años. Asimismo confirmaron que se está realizando un ensayo clínico especial para determinar cómo actúa en pacientes mayores y avanzar en la inoculación.
De acuerdo con los planes del gobierno del presidente Alberto Fernández, los primeros grupos que serán vacunados en el país son los mayores de 60 años (casi 8 millones de personas), el personal de salud (763.000), el personal de las fuerzas de seguridad y Fuerzas Armadas (500.000) y las personas de riesgo por enfermedades preexistentes (2.800.000).
Justo hace una semana, en conferencia de prensa desde la Casa Rosada, Fernández, de 61 años, dijo: «No tengo ninguna duda de su calidad. Yo voy a ser el primero en vacunarme». «Algunos en la Argentina siembran dudas sobre la calidad científica rusa, pero el instituto donde se desarrolló la vacuna tiene varios premios Nobel entre su planta de científicos», remarcó.
Así aludió a los especialistas tanto nacionales como internacionales que aún no pueden confirmar la efectividad de la vacuna Sputnik V debido a que los ensayos aún están en curso. Ninguna autoridad sanitaria a nivel mundial aprobó el uso de emergencia de esta vacuna.
Desde Rusia
Tras conocerse los dichos del presidente ruso, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, quien viajó al país para ultimar los detalles de la adquisición, aseguró que aún la aprobación no compete a los de más de 60 pero agregó que está en vías de aprobación.
«Lo consultamos nuevamente y lo venimos monitoreando. Los ensayos clínicos se analizan por grupo. Hasta ahora los datos analizados y la recomendación de utilización es hasta los 60 años. Y nos contaron que ya evaluaron en el comité independiente los mayores de 60 y lo elevaron al Ministerio de Salud», dijo la funcionaria nacional en diálogo en C5N.
Además, destacó: «Están terminando los últimos pasos para poder aprobar el uso de esta vacuna en mayores de 60 años que es fundamental para el mundo y para nuestro país».(Fuente: La Nacion)