Lesgisladores por la Ciudad analizan la histórica audiencia
Costa Salguero es una foto de la discusión sobre el modelo de ciudad, y las tierras públicas como un bien escaso son parte de esa discusión. Entre las gestiones de Macri y Larreta, la ciudad privatizó más de 400 hectáreas, en ventas y concesiones”, sostiene Marziotta. “Y no es un hecho aislado, Larreta incluso fue más profundo y más rápido que Macri”, confirma Recalde repasando el proyecto oficial que destina trece hectáreas de la costanera a proyectos inmobiliarios.
“Larreta tenía además una legislatura más a fin que la que tuvo Macri, también por eso pudo avanzar más rápido: privatizó en cuatro años, más que Macri en ocho años”, advierte Recalde. “Esta privatización explícita muestra la tendencia implícita a privatizar la educación, o la salud” agrega Marziotta. “Si no generás vacantes suficientes en escuelas, tendés a privatizar la educación” reflexiona. Y si no se puede pagar la escuela se cae en la educación pública«, completa Recalde, con ironía.
La lógica de gobernar para la foto y gestionar para pocos está aceitada, coinciden, y dan ejemplos. “Comunican una buena gestión porque arreglan veredas, cambian baldosas y luces, pero educación o salud en las provincias están en cabeza del gobernador. Y acá, como funcionan mal, generan confusión para poner esa responsabilidad en el Gobierno nacional”, señala Lucía Cámpora. La consecuencia de esa lógica y de su manipulación comunicacional, exceden a la ciudad.
“Ya lo vivimos con De la Rúa y con Macri, que parecían eficientes con un presupuesto extraordinario que aplicaban a obras menores como un metrobus, y cuando pasan a gobernar el país se lo ponen de sombrero”, grafica Barroetaveña. Asegura que en la ciudad se apuesta al marketing: solo realizan mejoras en urbanizaciones sobre las autopistas, “las que se ven”. Por eso, para Lucía Cámpora –abogada, feminista, sobrina nieta del expresidente Héctor Cámpora–, la idea es “demostrar y comunicar que la ciudad tiene más responsabilidad de la que asume, porque no es un municipio”.
En la intención de privatizar la costa del río se evidencia esa dinámica, coinciden también: Marziotta recuerda que durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio “el gobierno de CABA no entregó computadoras que tenía para clases virtuales, no se hizo nada para garantizar el acceso a la educación. Ni siquiera habilitó wi-fi para espacios públicos». «El subte tiene wi-fi libre, las escuelas no», ilustra la paradoja Recalde.
“Los porteños somos cada vez menos ciudadanos y más clientes. Los derechos se conciben como servicios a pagar”, describe Marziotta, y avanza: “La tierra pública se privatiza, el transporte también, van a ampliar la red de parquímetros, van a cobrar la eco-bici. La tendencia propone que el ciudadano no es un sujeto con derechos, es un mero consumidor”.
Causas y consecuencias
A pesar de estas políticas regresivas, el oficialismo PRO en CABA tiene un alto porcentaje de votantes que lo mantiene desde hace 14 años en el poder. ¿Cómo se explica? Para los legisladores, la comunicación construye gran parte de su base electoral. Marziotta señala “algo que hacen muy bien y ni siquiera lo dicen: pintar de amarillo lo que consideran que está bien. La maceta, la bici-senda, los faroles. Las escuelas no, los patrulleros tampoco, parecen de la Federal. Las políticas de fondo comunicacionalmente no son de la ciudad, pero sí lo que se ve, para mostrar: ¡Cómo trabaja Larreta!”.
Un electorado sobre el que se ha trabajado una instalación del sentido común de lo «antipopular» se define en este perfil comunicacional. Muy eficaz a la hora de instalar ese sentido común, pero ineficiente para las políticas públicas “en serio”. Esta mecánica se rompe con eventos como la discusión sobre el destino de Costa Salguero. Y se evidencia en la disyuntiva: parque público o edificios privados. “Hay que gobernar para todos y no solo comunicar lo superficial”: la exégesis de los legisladores resume la evaluación de la gestión oficial. Barroetaveña lo sintetiza: “Larreta quedaría como ‘el que privatizó la costanera’”, si avanza el plan.
La costa tan preciada
La audiencia que acaba de concluir permite a los legisladores analizar y sacar algunas conclusiones de los numerosos y abarcativos fundamentos expuestos. Para Recalde la cantidad y calidad de las intervenciones a favor del parque, demuestra que “la ciudad, todo lo que puede vender lo vende, pero la ciudadanía le está diciendo basta a esa política”. Como los terrenos de Costa Salguero estaban concesionados, para el senador, el oficialismo tenía “la oportunidad de que la ciudad los recupere para la gente, pero Larreta hace algo peor, los vende para siempre”. Allí se focaliza la reacción expresada en la participación pública.
“Lo histórico de la audiencia no es solo lo masivo –sostiene Cámpora—, también lo transversal y diverso. Adultos mayores y jóvenes, colectivos ambientales, universidades de arquitectura y de las artes se expresaron en contra. Cuando el Gobierno intentó decir que Arquitectura de la UBA acompañaba el proyecto, pero quienes expusieron de esa facultad, lo hicieron en contra. En un reflejo genuino se elige un parque urbano ambiental, con flora y fauna nativa como propone el Frente de Todos, con instalaciones para el disfrute público y en vinculación con el río”.
-¿Qué argumentos consideran de mayor peso en defensa de lo público?
Matías Barroetaveña: -Los fundamentos legales y de tono ambiental. En la ciudad hay unos 5 metros cuadrados de espacio verde por habitante, cuando para la OMS deben ser entre 10 y 12. Pero la construcción de lujo busca ser un espejo de Puerto Madero donde solo el 28% de las viviendas están ocupadas, porque es una reserva de valor para que la gente especule en dólares. La contracara es el 40 por ciento de inquilinos, las 300 mil personas en villas, o la imposibilidad es de acceder a una primera vivienda. La consecuencia del gran negocio inmobiliario perjudica y aumenta el déficit habitacional en la ciudad.
Gisela Marziotta: -Como símbolo del macrismo explícito muestra una forma de gobernar, y descubre la falacia discursiva de un gobierno que dice escuchar a los vecinos, pero va contra la ciudadanía. Con lo cual, eso de escuchar es falso de toda falsedad. Esta podría ser la oportunidad real de ser un gobierno que escucha y ejecuta políticas para las vecinas y vecinos que reclaman desde un mecanismo institucional como la audiencia, donde hubo más de 7.000 inscriptos, aunque no todos pudieron participar. También daría lugar a generar espacios verdes y así cumplir una de las viejas promesas del macrismo: hacer una ciudad verde. Porque es una ciudad gris, una ciudad de cemento.
-El proyecto oficial habla de 76 por ciento de espacios verdes en patios internos de las edificaciones planificadas…
G.M.: -¡Porque miden hasta macetas!
Mariano Recalde: -Claro, los espacios verdes por habitante incluyen macetas, canteros, bulevares y jardines colgantes. Lo único verde que promueven son transacciones en dólares. Y nosotros tenemos una propuesta clara para un parque costero de acceso público para todas las vecinas y vecinos.
Lucía Cámpora: -El espacio verde que diseñaron está pensado para valorizar la construcción, como accesorio al espacio privatizado. Esto fue definido por un expositor oficialista en la audiencia que dijo: Habrá una ventana al río. Y un participante respondió: ¿Por qué conformarnos con una ventana cuando podemos acceder al horizonte?
M.B.: -Hay cinismo en esto porque tanto Martín Lousteau como Larreta utilizan el argumento de los 30 años en que el predio estuvo concesionado, y que ahora van a darnos un 60, 70 por ciento de verde que antes no teníamos. Se creen los dueños de la ciudad y como dádiva, dejan un poco de espacio verde. Además, piensan el disfrute asociado al consumo: ‘Sin restoranes no es seguro’, argumentan. Ahí reconocen que no son capaces de poner seguridad a un espacio verde. Nuestros proyectos tienen baños, bancos, lugares para actividades deportivas, no asociadas al consumo porque eso después avanza sobre el espacio verde: ponen mesas y guardias de seguridad que seleccionan a la gente que puede estar ahí.
G.M.: -Este gobierno no tiene en cuenta la calidad de vida de quienes vivimos aquí. Muchos vecinos quisieran ir a vivir a otro lado porque no hay espacios verdes cerca de sus casas, la seguridad no está garantizada, ni las vacantes educativas ni el servicio de salud. Por eso la discusión sobre la costanera es tan simbólica. Porque apuesta a que este espacio, que es de todas y todos, no quede reducido a un negocio inmobiliario.
-El proyecto oficial también tuvo reclamos de seguridad urbana por plantearse a 450 metros del Aeroparque Jorge Newery.
M.R.: -La autoridad aeronáutica dictaminó sobre alturas máximas a construir para no afectar el trayecto de los vuelos. Y alertó dos cosas: que por el lugar donde está, hay riesgo, si se piensa para viviendas, y otro tema es la contaminación sonora.
-¿Creen que puede imponerse el reclamo ciudadano?
M.R.: -Estamos frente a una instancia judicializada, porque la Justicia frenó la venta por entender que se aprobó en una votación que no respetó las reglas institucionales.
M.B.: -Para eso avanzaron gracias a la traición de Losteau a sus votantes, porque él había expresado que ‘Larreta todo lo que puede comprar lo compra y lo que puede vender, lo vende’; evidentemente, le encontraron su precio. Como el espacio de Roy Cortiña. Se expresaron contra la venta de tierras públicas y hoy son dos votos que lo permiten. En lo político hay que dar esa batalla. Junto a la participación popular, y la judicialización. Hay que ir a fondo, porque una vez construidos los edificios es muy difícil de retrotraer. El proyecto, lo dijo el vicejefe de gobierno, es urbanizar toda la costa, por eso esta batalla es fundamental, y frena instancias que nos pueden privar de toda la costanera.
-¿Qué agenda se prevé para avanzar con la propuesta de parque público que en marzo vuelve a debatirse en la Legislatura?
M.B.: Lo pueden tratar a partir del fin de la audiencia, pero es importante tener claro que ahí, la inmensa mayoría esta en contra. Por eso quizá tratan de sacarlo antes de las elecciones, porque el costo es muy alto, va contra lo que quiere la ciudad.
G.M.: -La agenda está marcada con una campaña continua, desde lo formal o lo informal como a las redes sociales, porque comunicar contra el gobierno de la ciudad es muy difícil por el blindaje mediático respecto a sus acciones. En la poca comunicación que hay en temas de la ciudad, este logró instalarse.
L.C.: -Se pudo romper el cerco mediático que protege a Larreta y tuvo que ver con la pandemia, porque la pandemia visibilizo la falta de espacios verdes. Esto se vinculó a las luchas ambientales con la juventud como protagonista. Y apelamos con manifestaciones creativas a lo que la pandemia permitía: fuimos en bici y con distancias, y seguiremos haciéndolo, poniendo hombro y cabeza, de manera articulada con cada uno de los colectivos que participa para conquistar ese parque público.
M.B.: -Ciudades como Montevideo, Rosario o Paraná, o Ensenada y Vicente López, dos municipios de conducción diversa, no están de espaldas al río. Eso queremos. Eso expresaron los jóvenes y también los adultos mayores que traían la memoria histórica del uso del río. Para una agenda de hoy que no es del futuro. Lo reafirmó el Presidente en Davos, comprometiéndose a una agenda ambiental. Es una agenda que ya está en la sociedad.
G.M.: -Este año tenemos la oportunidad de lograr un contrapeso en la legislatura y que se empiece a escuchar de verdad a las vecinas y vecinos, lo tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir a quienes nos representan para que la Legislatura de CABA no siga siendo ‘la escribanía del macrismo’, como dicen.
M.R.: -No queremos privatizar Costa Salguero y estamos confiados en que va a ser un parque público, pero nuestra pelea lo trasciende. Hoy queremos que se termine una lógica de gobierno que hace que la ciudad sea cara y expulse. Nuestro horizonte es recuperar una ciudad inclusiva, más justa, más sustentable, sostenible y vivible.
¡Momento, hicieron trampa!
“Para avanzar con el proyecto de privatización, el oficialismo hizo trampa”, sentencia el senador Mariano Recalde. “En diciembre –cuenta–, antes del cambio en la composición de la Legislatura, hicieron que una funcionaria mintiera diciendo que estas tierras son de dominio privado del Estado y no del dominio público, porque los bienes del dominio privado son los que se usan: edificios o vehículos, y se pueden vender con un procedimiento legislativo. Los de dominio público, con otro. Como se exigen dos votaciones con dos tercios, para vender un bien del dominio público, y no iban a tener dos tercios para la segunda votación, porque la ciudadanía en la última elección cambió su preferencia, y hoy no tienen los dos tercios; hicieron trampa. Así aprobaron la venta en una sola votación.
Hoy discutimos la constructibilidad, las normas urbanas. Pero la forma en que se autorizó la venta esta judicializada y la justicia en dos instancias dijo: ¡Momento, no lo pueden vender! Como dice Gisela (Marziotta), en una ‘síntesis del macrismo’, esto no respeta las instituciones. Por eso confiamos en que podemos ganar, porque tenemos argumentos, estamos frente a un modelo al que la ciudadanía le dijo basta, y porque tenemos muchas ganas de tener ahí un parque con horizonte al río”. (Fuente: Página 12)