La vicepresidenta asumió su propia defensa en el juicio por la causa Vialidad. Apuntó contra los fiscales Mola y Luciani, que pidieron condenarla por liderar una asociación ilícita.
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, acusó este viernes al Poder Judicial de “crear un clima” y “dar licencia social” para que se atente contra su vida, tal como ocurrió el 1 de septiembre, en el marco de su alegato en el juicio oral y público que se le sigue por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.
“Desde el ámbito judicial se da licencia social para que cualquiera pueda hacer cualquier cosa. Esto es crear un clima”, dijo la vicepresidenta al referirse al intento de magnicidio sufrido hace dos semanas. Y agregó: “Nadie puede creer que la banda de los copitos tiene la autoría intelectual de lo que me hicieron”.
“Alguien que se sienta a 20 o 30 metros míos, en el Senado, su asesor defiende a quien me quiso matar. Y la asesora de otra diputada también defiende a ese. Yo me siento en un estado de indefensión. ¿Usted cómo se sentiría, doctor Gorini?”, preguntó al presidente del tribunal que este viernes condujo la audiencia.
En ese contexto, sostuvo que el proceso es “profundamente antirepublicano, anticonstitucional y antifederal”.
“Como soy acusada pero también abogada puedo hacer uso de mi derecho a defensa”, dijo la vicepresidenta al recordar que le “fue negado” ese derecho. “Si no hubiese tenido la suerte de ser abogada hubiese estado en estado de indefensión”, recalcó.
Fernández de Kirchner pidió además que se investigue a los fiscales federales Luciani y Sergio Mola, quienes pidieron que sea condenada a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, y adelantó que los denunciará por “prevaricato”.
“No hay tres toneladas de pruebas, sino 30 toneladas de tapas de Clarín, La Nación y algunas revistas en mi contra”, dijo además.
Desde pasadas las 11.30 y hasta casi las 12:50, la exmandataria y titular del Senado expuso en el marco del alegato en su defensa y subrayó, que “con pruebas documentales” sus representantes en este debate “desmontaron las increíbles mentiras de los fiscales y las arbitrariedades que se realizaron en este juicio oral”.
“Se desmontaron las increíbles mentiras que desarrollando los fiscales Mola y Luciani y además quedaron a la luz del día la arbitrariedades que se han cometido en este juicio”, dijo.
“Calumnias, mentiras y difamaciones”
La vicepresidenta aseguró que durante el alegato de la defensa encabezada por el abogado Carlos Beraldi “quedó demostrado que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola mintieron en el alegato final de acusación con calumnias, mentiras y difamaciones”, y además sostuvo que “es absurdo y raya lo ridículo” que este proceso judicial incluya la acusación de que los gobiernos kirchneristas de 2003 al 2015 fueron “una asociación ilícita”.
En ese contexto, dijo: “Quedaron a la luz del día las arbitrariedades que se han cometido en este juicio”.
Por otro lado, Cristina Fernández de Kirchner consideró que “se montó una fábula” para traerla “de los pelos a este juicio” sobre el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, y recordó que fue “la única que denunció el encubrimiento” del atentado a la AMIA, algo que fue “armado desde (los tribunales) de Comodoro Py”.
En otro tramo de su exposición, manifestó que “la acusación de los fiscales dice que los gobiernos desde 2003 hasta el 2015 fueron tres asociaciones ilícitas” y recalcó que se trata de “tres gobiernos constitucionales de una misma fuerza política y eso no lo logró nunca nadie en la historia después de la Ley Sáenz Peña”.
“Desde la fiscalía dicen que estos tres gobiernos elegidos por el pueblo son una asociación ilícita para hacer 51 obras en Santa Cruz, a través de esa provincia. O sea que Néstor Kirchner, que fue intendente en 1987, gobernador en el ’91, reelecto en el ’95 y ’99, pensando que iba a ser Presidente en 2003 para hacer 51 obras viales a través de la provincia de la que había sido gobernador”, planteó con ironía la Vicepresidenta.
En esa línea, reflexionó: “Esta sola enunciación bastaría para que nadie tome seriamente esta acusación porque es ilógica, es absurda, raya en el ridículo. Es decir que militamos toda la vida para 51 obras viales”, planteó.
Durante su exposición, pidió al Tribunal Oral Federal (TOF) 2 que, “al finalizar las audiencias, se extraiga testimonio de todas y cada una de las mentiras de los fiscales que desarrollaron en los alegatos contrastadas con las pruebas obrantes en el expediente, las pruebas documentales, testimoniales y periciales”.
Por otra parte, al igual que ya lo había denunciado cuando el tribunal impidió ampliar su declaración, Fernández de Kirchner apuntó que “en un ejercicio histriónico, el fiscal Luciani dijo que miró las 9 mil fojas del expresidente sobre las llamadas del celular del exsecretario de Obras Públicas (José) López, se le pasaron más de 400 llamados telefónicos de (Luis) Caputo, hermano de la vida de (Mauricio) Macri, y ahí sí se denotaba una gran familiaridad con López”.
Previamente, Carlos Beraldi, uno de los abogado de la Vicepresidenta en esta causa, afirmó que Fernández de Kirchner “jamás impartió ninguna directiva vinculada” a las 51 obras públicas adjudicadas a empresas de Lázaro Báez en Santa Cruz a las que la fiscalía adjudica delitos en el juicio.
“Qué está probado en este juicio? Que Cristina Fernández de Kirchner jamás impartió ninguna directiva vinculada a estos casos que acá se investigan”, sostuvo Beraldi en la tercera y última jornada de su alegato. (DIB)