Cristina MaestraPor “Petite” Francese

Correo de lectores

Es verdad lo que dice Cristina. Somos una generación que no hicimos de la búsqueda de cargos políticos, nuestra historia. Sí una generación que buscó hacer HISTORIA. Y la no búsqueda de cargos está claro por qué. No creíamos en una “democracia tutelada”, y sus cargos formales, con la mitad del pueblo proscripto, manejada por la oligarquía, y tutelada por los “milicos”.
Por eso nuestra adhesión a la lucha directa, la movilización, en el territorio, las fábricas, las universidades, en todo lugar donde el pueblo estuviera y reclamara sus derechos, pisoteados desde el golpe a Perón en 1955.
La reciente decisión de Cristina de definir ser compañera de fórmula, como vicepresidenta, con alguien, como Alberto Fernández, del que estuvo alejada más de 10 años, y que incluso fuera mentor político de Massa primero, y Randazzo después, demuestra su GENEROSIDAD, REALISMO Y PRACTICIDAD. Su golpe de timón dejó a todos sin saber por donde salir, y demuestra la increíble diferencia de calidad que la separa de cualquier oponente político, y de sus perseguidores de los ámbitos judiciales, mediáticos, etc.
La ofensiva persecutoria política, judicial, mediática pierde todo peso contra una “vice”. Deviene en abstracta. Los ensayos amparados en la profundización de la “grieta”, las estrategias de Marquitos Peña y Duran Barba se deshilachan, sin atenuantes. Y a los “engendros” en ciernes de los suturadores de grietas, como los Lavagnas, Schiarettis, Pichettos, radicales díscolos, y otres, se les acaba el máximo y casi único argumento disponible, como es sumarse a la feroz campaña de exterminio contra CFK, culpándola de soberbia. Se quedaron colgados del pincel.
De todos modos hay que pararse en un análisis menos desapasionado y poner en el centro la realidad de nuestra Argentina, llevada a los límites de la inviabilidad, por “el mejor equipo de los últimos 50 años” con el PRO, la UCR, la Coalición Cívica de Carrió, el FMI y los mayores grupos económicos del poder oligárquico. Esta sí que de verdad será “LA MAS PESADA HERENCIA”.
Esta fórmula, con su sola presencia, es para tratar de articular la complejidad del escenario político, social, económico. De la fuerzas en contraposición. Y es una fórmula más de defensiva, que de iniciativa ofensiva, aunque la pobreza del entramado político del contrincante, la muestra como maestra, genial y ofensiva. En realidad es una fórmula más pensada PARA GOBERNAR, que para atraer electores por lo carismático de sus integrantes. Todos sabemos el indestructible vínculo de Cristina, con casi un 40% del electorado nacional, y de casi el 50% del conurbano bonaerense. Alberto le sumará su innegable capacidad de entretejer espacios políticos, sociales, sindicales, y su perfil de moderado, a una parte del electorado refractaria al kirchnerismo.
La verdad, nos dejó con la boca abierta, por eso: CRISTINA MAESTRA!!