Por Ana C. Roche de la redacción de DIB
La decisión de diferir la segunda dosis del esquema completo de la vacuna contra el coronavirus generó interrogantes acerca de la aplicación de otras vacunas, como por ejemplo la de la gripe, que se da todos los años antes de junio a los mismos grupos de riesgo que reciben la que combate el SARS-CoV-2.
Florencia Bruggesser es médica infectóloga, encargada del Área de Epidemiología y capacitación del Sistema Integrado de Salud de Tandil. En una charla con DIB, despejó algunas dudas sobre la eficacia de recibir una primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y la segunda a los tres meses, y aclaró que se puede aplicar la de gripe siempre que pasen 14 días entre las dos inmunizaciones.
“La primera dosis genera el mayor porcentaje de respuesta inmunológica y, lo que hace la segunda, es reforzar la primera para que esa respuesta sea más duradera”, precisó Bruggesser, y explicó que la estrategia actual es dar una sola dosis y esperar tres meses para aplicar la segunda “para disminuir las complicaciones y la posibilidad de internación en pacientes de alto riesgo”.
Ese intervalo de tres meses entre una dosis y otra se definió de acuerdo al tiempo medio que duran los anticuerpos en quienes han tenido la enfermedad. No obstante, los intervalos y la respuesta inmunológica no son exactamente iguales en todas las vacunas.
“Para la vacuna Sputnik V a los quince días de la primera dosis se sabe que se genera una respuesta inmunológica cercana a un 80% y se sabe que para la de Oxford/AstraZeneca cuando uno alarga el intervalo entre ocho y doce semanas, la eficacia es mejor, aumenta más la respuesta, hasta un 89%, que cuando la doy entre las cuatro y las seis semanas”, indicó la especialista.
“Lo que no podemos hacer es no respetar el intervalo mínimo entre dosis. Es el tiempo que sí o sí tiene que pasar para que yo pueda dar una segunda dosis. Si la doy antes, interfiero con la respuesta inmunológica que está generando la primera dosis”, enfatizó la infectóloga.
La de la gripe, en el medio
Una de las dudas que presentó la decisión de diferir las dosis del esquema de la vacuna contra el coronavirus fue cuánto tiempo había que esperar para poder aplicarse la de la gripe, ya que la campaña comienza todos los años en otoño para llegar con defensas activas al invierno.
“Todo esto es nuevo, hay muchos datos que no tenemos, por lo que no se puede administrar la vacuna contra el coronavirus con otra vacuna, por lo que tengo que esperar 14 días”, indicó Bruggesser.
“Como nosotros vamos a retrasar la segunda dosis de la del covid por lo menos tres meses o doce semanas, la estrategia es me doy la primera dosis de la del covid, o espero la de covid si soy de alto riesgo y sé que dentro de poco me va a llegar el turno, espero 14 días y me doy las otras, la de la gripe, si me indican la del neumococo lo mismo, pero después de 14 días”, aclaró la especialista.
“Si esperamos el esquema completo de la del coronavirus, es decir las dos dosis, si me la di en marzo me tendría que dar la de la gripe recién en junio y no es así, la necesito antes, llegamos tarde”, apuntó, por lo que dejó en claro que es válido darse la vacuna contra la influenza entre medio de las dos aplicaciones necesarias contra el coronavirus, con una distancia de 14 días.
Higiene de manos y ventilación
Sobre la llegada de una segunda ola de la pandemia de coronavirus, que se da en simultáneo con la campaña de vacunación, Bruggesser anticipó que este año no va a ser como el año pasado, que fue “atípico”, debido a que hubo muy poca circulación de virus respiratorios por la cuarentena, ya que la gente estaba en su casa.
“Creemos que este año vamos a tener más circulación de virus respiratorios, quizá no va a ser como otras temporadas previas al covid, pero sí tengamos más casos por infecciones respiratorias por otros virus o neumonías bacterianas, porque va a circular más gente, van a circular más los chicos, que quizá no transmitan el covid pero sí otras afecciones respiratorias, pero a favor tenemos el hecho de haber implementado las medidas de prevención”, expresó la especialista.
En ese sentido, hizo hincapié en el lavado de manos. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice hace años que si aumentáramos como estrategia el lavado de manos en forma general disminuiríamos en un 25% las enfermedades diarreicas y las respiratorias, es una estrategia muy importante para todo”, indicó.
En tanto, sobre la ventilación, otro de los ejes en la prevención de infecciones respiratorias, la especialista subrayó que “viene el invierno y la tendencia es que la gente va a empezar a juntarse adentro” por lo que “es fundamental que el aire circule en espacios cerrados”. (DIB) ACR