En relación a este hecho trabajó durante los años 2013 y 2014 un grupo de la Comisión de la Memoria local, que tomó contacto en ese momento con el Equipo Argentino de Antropología Forense
A los 600 restos de personas desaparecidas en la última dictadura cívico militar que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) resguarda para lograr emparentarlos con una historia, una familia, con su identidad, se sumaron en el final del año pasado los esqueletos de otros seis individuos recuperados de los cementerios municipales de Chascomús y La Plata. Esa tarea se realizó en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas (ILID), que en este 2022 cumple 15 años en el territorio bonaerense a través de su puesta en funcionamiento en coordinación con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires. Ahora, el adn de esas personas deberá compararse con las muestras de familiares para determinar si pertenecen a víctimas del terrorismo de Estado.
Los restos fueron exhumados el 5 de octubre de 2021 en el cementerio municipal de Chascomús y el 8, 9 y 10 de noviembre en el de La Plata. Esas recuperaciones fueron realizadas en conjunto por el EAAF y la Dirección de Investigación y Memoria del Archivo Provincial de la Memoria, dependiente de la Subsecretaría bonaerense.
Los restos exhumados en Chascomús pertenecieron a una mujer joven asesinada a disparos en enero de 1979.
Fue hallada por un vecino que hizo la denuncia. A partir de allí se inició un informe policial que dio paso a una causa judicial que no avanzó y jamás dio con la identidad de la víctima ni del victimario. “El trabajo en Chascomús se realizó a partir de que encontramos en el libro del Cementerio Municipal que había una mujer NN inhumada a comienzos de ese año. Empezamos a buscar y encontramos el acta de defunción y después en el archivo judicial, en el departamento judicial de Dolores, encontramos la causa por hallazgo del cadáver”, explicó Saghessi y completó: “Nuestro trabajo es finalizar esas causas y llegar a la identidad de la víctima”.
Cabe destacar, que en relación a este hecho trabajó durante los años 2013 y 2014 un grupo de la Comisión de la Memoria local, que tomó contacto en ese momento con el Equipo Argentino de Antropología Forense. (Fuentes: Tiempo Argentino – Pablo Roesler y propias – Foto: AFP)