Se trata de la cepa denominada IHU. El paciente cero regresó al país europeo de un viaje a Camerún.
En medio de la convulsión mundial provocada por la cepa Ómicron del coronavirus, científicos de Francia detectaron una nueva variante denominada IHU y avanzan en el estudio de sus características a partir de 12 casos registrados en una localidad sureña del país europeo. No obstante, según un virólogo local “no hay evidencia para preocuparse” por la IHU.
Según arrojaron las primeras aproximaciones, se trataría de una variante de hasta 46 mutaciones y 37 deleciones. La información fue dada a conocer en la plataforma de preprints medRxiv a partir de los testeos realizados a una docena de pacientes.
En las pruebas PCR realizadas al grupo de pacientes, de acuerdo a la información publicada, se detectaron mutaciones que mostraron una combinación atípica. El caso índice o “paciente cero” regresó de un viaje a Camerún.
Se indicó además que todos los pacientes están radicados en Marsella, al sur de Francia.
Sin evidencias
La variante, si bien presenta muchas mutaciones no tiene hasta el momento evidencia de que sea más contagiosa, ni genere cuadros más graves o de que las vacunas sean menos eficaces respecto del virus original, aseguró por su parte el virólogo e investigador Humberto Debat.
“La variante B1.640.2 es un sublinaje de la variante B1.640 que había sido ya detectada durante 2021 en algunas muestras en Francia, Indonesia y Congo; nunca tuvo amplia dispersión y la razón por la que está el mundo hablando hoy de ella es porque hace unos días se publicó un artículo científico no revisado por pares aún”, describió Debat en diálogo con la agencia estatal Télam.
Alertó que “este trabajo fue publicado por el virólogo francés Didier Raoult, quien fue defensor de la hidroxicloroquina y tuvo publicaciones que tuvieron que ser retractadas por malas metodologías durante la pandemia”.
Debat, integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS), describió que “en esta publicación se analiza un pequeño brote de 12 casos, cuyo origen fue una persona que había viajado a Camerún, y cuando analizan los genomas encuentran 46 mutaciones, 14 de ellas en la proteína spike que es que la utiliza el virus para ingresar a las células del organismo”. “De esas 14 mutaciones, hay algunas que conocemos bien porque son compartidas con otras variantes como Beta, Gamma y Ómicron, y otras mutaciones que comparte con Lambda y con Alfa”.
El especialista recordó que “hoy hay sólo cinco variantes de preocupación clasificadas así por la OMS (Alfa, Beta, Gamma, Delta y Ómicron), dos de interés (Lambda y MU) y hay una tercera categoría que son las ‘variantes en monitoreo’ (aquellas observadas en su comportamiento), dentro de las cuales está la B1.640 que fue clasificada así en noviembre pasado por la OMS”.
“Una versión nueva y nada más”
Debat explicó que “cuando la OMS clasifica tiene en cuenta aspectos genéticos evolutivos, pero también epidemiológicos y biológicos que impactan en la forma de comportarse del virus”.
“Para esta variante B1.640.2, a la fecha lo único que tenemos es una caracterización genética y evolutiva en la cual se detectaron un gran número de mutaciones pero no hay ningún aspecto epidemiológico asociado, es decir, no se ha visto expansión de casos, ni cambios en la clínica en los pacientes, ni impacto en la efectividad de las vacunas”, señaló.
“A la fecha, esta variante es sólo una versión del virus con un genoma distinto, todavía no es de preocupación y ni siquiera de interés y es muy probable que en unos meses la olvidemos y haya sido la anécdota de un genoma distinto”, finalizó. (DIB) MM