Un hombre fue detenido en el partido de La Matanza el marco de la investigación por la muerte del padre de un funcionario judicial de la Nación que fue hallado y atado de pies y manos tras un robo en su casa de la ciudad bonaerense de Lobos.
En poder del detenido se secuestró un auto que habría sido empleado por los autores del hecho. El arresto se llevó a cabo en un domicilio de Gregorio de Laferrere, durante un allanamiento realizado por efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata, quienes hallaron un Fiat Punto negro, patente MGI861, que fue visto en inmediaciones de la casa de la víctima, Omar Clemente Belardinelli (79).
Los investigadores llegaron a ese domicilio luego de diversas tareas investigativas que incluyeron análisis de imágenes de cámaras de seguridad y testimonios, de los que surgió el empleo del Fiat Punto en el robo a la casa del padre del secretario de la Fiscalía General de la Unidad Fiscal para la Investigación de la Causa AMIA (UFI-AMIA), Matías Benardinelli, situada en Berro al 200, esquina Sarmiento, de Lobos.
De acuerdo a esa pesquisa, el auto había sido guardado tras el hecho en una vivienda de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza, motivo por el cual la Justicia autorizó un allanamiento.
Los efectivos, además del auto, secuestraron otros elementos de interés para la causa y apresaron al dueño del rodado, cuya participación en el hecho se investiga.
El hombre, identificado por la policía como como Lucas Fabián Sosa (33), quedó alojado en la comisaría 1ra. de Lobos para ser indagado en las próximas horas por fiscal Roberto Berlingieri, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Saladillo, y la ayudante fiscal de Lobos, Gisela Dupraz.
Si bien se estima que el hecho ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada de ayer, el cuerpo del hombre, fue hallado el domingo último, cerca del mediodía, en su vivienda, por familiares que llegaron preocupados porque no se había presentado a almorzar como era costumbre con ellos y tampoco atendía los llamados telefónicos.
Más allá de las ataduras, los médicos que revisaron el cuerpo en la escena del hecho, no notaron ningún tipo de herida o lesión, algo que luego confirmó la autopsia.
La vivienda presentaba signos de violencia, ya que una reja de la cocina había sido barreteada y se presume que por allí irrumpieron los ladrones.
En tanto, se estableció que varios ambientes de la casa se encontraban revueltos, por lo que los investigadores creen que el o los delincuentes estuvieron varios minutos buscando elementos de valor para llevarse. (DIB)