Carta del lector sobre el basurero
Señor Director:
Creo que es valioso destacar la reacción de nuestra comunidad ante la idea de instalar aquí un basurero regional.
Soy de acá como mi mujer, mis hijos y mis nietos.
Ellos, los más chicos, son los que me inspiran a expresar una opinión más sobre el tema.
El tratamiento de la basura es un problema en todo el Mundo y está bien que las autoridades lo tengan en agenda.
En nuestro caso la propuesta no resulta buena y mucho menos la mejor.
Resulta difícil de entender que seamos nosotros, los de Chascomús, los que terminemos siendo el depósito de basura ajena y más aun cuando el proyecto es de una tremenda fragilidad técnica, administrativa y ecológica.
Se han anunciado varias localizaciones que han ido variando en corto tiempo, se lo ha llamado pomposamente Polo Productivo primero y Eco Parque luego.
Para ayudar a la identificación del tema, si finalmente ocurre, sugiero lo bauticemos “Basurero Gastón”.
De lo expuesto por el Vice Ministro de Ambiente de la Nación surgen dudas referidas al costo económico del funcionamiento a lo largo del tiempo así como lo que pasaría vencidos los 20 años que se anunciaron como la vida presunta del lugar.
Es aquí donde me permito plantear inquietudes que yo no viviré pero sí mis hijos y mis nietos junto a los hijos y los nietos de todos.
Es sabido que el Estado es pésimo administrador y peor proveedor de servicios.
Recuerdo que la habilitación de la planta de tratamiento de líquidos cloacales fue en su momento una fiesta.
Transcurridos los años es lo que hoy funciona de manera deficiente.
Lo mismo imagino de los camiones de trasporte de basura de los distritos vecinos. El primer año serán impecables, con un vaporizador perfumado y pintados con flores y pájaros.
Con el correr del tiempo serán tradicionales camiones de basura que irán dejando la huella fétida a su paso.
La última versión de que todo podría cambiar y pasar a ser un asunto estrictamente local no hace sino confirmar la peligrosa improvisación que rodea al tema.
En Países desarrollados existen tratamientos de la basura que finalizan haciendo desaparecer absolutamente todo, aún los elementos de rechazo, por lo que deberíamos investigar seriamente para terminar con el basural abierto, que es una rémora del siglo 19 pero no conformarnos con un sistema del siglo 20 porque ya estamos transitando el primer quinto del siglo 21.
Lo que sí se puede y debe hacer es iniciar la tarea de concientización que logre de los vecinos la separación primaria de los residuos que es el primer paso para cualquier intento serio de tratamiento.
No existe hoy en la comunidad esta conducta y si la tuviéramos nos encontraríamos con el problema de que la Municipalidad ha instalado contenedores únicos donde se mezclaría la basura húmeda y seca por razones obvias.
Me permito agregar que el apuro del Gobierno Nacional tiene en su raíz motivaciones políticas de las que no deberíamos ser víctimas.
El crédito del Banco internacional que financiaría el proyecto es, según dicen sin precisión, de unos 12.000 millones de dólares.
Aunque cueste creerlo detrás de la operación está la mano de Sergio Massa, que está haciendo caja para su sueño presidencialista.
En el Presupuesto Nacional agregó impuestos que pagaremos todos cuyos fondos irán a parar a sectores del Gobierno manejados por gente suya.
En este caso el Vice Ministro que nos ha visitado es también hombre de Massa.
Son demasiadas casualidades que nos deben alertar.
Queda como saldo la toma de conciencia de muchos vecinos que deben ser convocados para imaginar una solución al tema del basural a cielo abierto, pero con tiempo, con datos precisos, con información sobre las técnicas más modernas y eficientes.
Nadie puede desconocer el problema, pero nadie tampoco puede atribuirse la suma del poder para avanzar sin la debida participación de la comunidad.
Héctor Ricardo Olivera
D.N.I. 5.215.711