Es un protocolo de acompañamiento diseñado tanto para familiares como para personal de salud
El Ministerio de Salud difundió una serie de recomendaciones para que pacientes con coronavirus que transitan sus últimos días de vida puedan ser acompañados por allegados “preferentemente” de entre 18 y 60 años “con buena salud general” y sugiere que todos los establecimientos de salud conformen “un equipo específico para estas situaciones”.
Este equipo “debería incluir médicos/as, enfermeros/as, profesional de la salud mental, profesional social (trabajador/a social por ejemplo), entre otros/as”, señaló la cartera sanitaria en un comunicado.
Las recomendaciones, elaboradas con los aportes de sociedades científicas, organizaciones de la sociedad civil, de pacientes y universidades, “pretenden lograr una mirada federal y multidisciplinaria contemplando una situación epidemiológica dinámica y la evidencia científica disponible aportando nuevos conocimientos en relación al SARS-CoV-2 con los que no se contaba al inicio de la pandemia”, se explicó.
“Las personas infectadas con Covid-19, una vez que son hospitalizadas, se quedan solas en una habitación, y, al ser transferidas a unidades de cuidados intermedios o intensivos, pierden por completo la conexión con sus familiares y amigos”, se describió.
El protocolo establece una estrategia de comunicación que deben considerar “quién será interlocutor del equipo que se contactará con las familias” e indicarán “cómo se llevará adelante el acompañamiento presencial”.
Entre las condiciones que deben cumplir los acompañantes se encuentran “tener preferentemente entre 18 y 60 años de edad, gozar de buena salud en general, y no tener factores de riesgo”. Al familiar o allegado, “se debería brindar la posibilidad de contactarse a través de dispositivos digitales con comunicaciones o videollamadas”, pero “siempre que la condición del paciente lo permita”.
Para la persona designada se recomienda que “reciba apoyo y contención de especialistas en salud mental en el manejo de situación de final de vida y duelo” y para el equipo de salud involucrado, “que se generen espacios para escucha activa, contención individual y para líderes de equipos”.
El propósito de estas estrategias, se subrayó, es habilitar “entornos más empáticos” y permitir a los pacientes “afrontar el proceso final de su vida con dignidad y permitir a familiares/allegados la posibilidad de despedida presencial de sus seres queridos”.
El Ministerio de Salud aclaró que estas recomendaciones son “a sabiendas de que, a pesar de los esfuerzos realizados, muchos servicios de salud atraviesan falta y sobrecarga de personal y no cuentan además con infraestructura o insumos adecuados para poder llevarlas a cabo”. (DIB) AR