El guitarrero y cantor falleció a los 82 años. Fue un genuino representante del folclore surero.
El folclorista Omar Moreno Palacios murió en la madrugada de este miércoles 17 de febrero, en Buenos Aires, a los 82 años. Compositor y guitarrista, fue uno de los representantes más importantes de la música surera.
La noticia de su partida la dio a conocer su hija: “Me cuesta escribirlo, me cuesta decirlo, me cuesta entenderlo. Hace apenas dos horas casi, ya no calculo el tiempo, falleció Omar Ramón Moreno, ese es su nombre; eligió ponerse el apellido de su mamá para que sea su nombre artístico que fue y será siempre Omar Moreno Palacios. Mi papá, mi ídolo, porque no, mi compañero de charlas, de encuentros, de guitarreadas, de amor de padre que fue, quizás lo mejor que hizo después de haber compuesto y escrito las mejores canciones. El mejor papá del mundo. Nos decía antes de dormirnos te quiero hasta arriba del techo del cielo y se lo teníamos que repetir. Hoy te lo grito con todo mi corazón, Pa, hasta arriba del techo del cielo”.
Omar Moreno Palacios fue un artista de una trayectoria de más de 60 años en los que mantuvo en alto el espíritu de la música criolla; compositor de canciones como La paloma indiana, Huella sin huella, Provincia de Buenos Aires, Te dije la verdad, Lo que es lindo, Buen rumbo, Museo de barro, Trovador surero y Sencillito y de alpargatas, que fue incluso tocada en tiempo de swing en el Festival Internacional de Jazz de Amsterdam, Holanda.
Representante de la música surera junto con José Larralde, Argentino Luna y Alberto Merlo, su espectáculo Cantos y cuentos con historia, que reúne sus composiciones e historias, lo señaló como un artista original, intérprete innovador en la guitarra y un cantor con carácter. En su música encontramos milongas, gatos, huellas, estilos, mazurcas, rancheras, triunfos y valses que hablan de su interés por la suma de las tradiciones musicales.
A su vocación artística le sumó con éxito las labores de conductor y animador en televisión y radio, en Canal 13 actuó y cantó en los programas del humorista Luis Landriscina, en Canal 13, y en radio, condujo La posta de Omar Moreno Palacios, en Excelsior y De la raíz a la flor, en la emisora Del Sol.
Nació en Chascomús, el 5 de septiembre de 1938 y aprendió guitarra de su hermano; desde su temprana infancia se fue desarrollando como un feliz contador de historias y con edad de entrar en peñas y fogones se fue haciendo un nombre en la provincia de Buenos Aires.
Omar Moreno Palacios seguía una tradición familiar que habría comenzado con su bisabuelo materno, Ceferino Palacios, y la rama Moreno, con bisabuelo, abuelo y padre, todos, por cierto, uruguayos. Con ocho años debutó en el Teatro Manuel Cobo, en Lezama y a los 12, como guitarrista, en Ayacucho. Se inició profesionalmente a los 18 años, en Montevideo; sus primeras actuaciones fueron en Radio Carve y en Radio El Espectador, en el programa que conducía nada menos que Alfredo Zitarrosa. En los años sesenta se instaló en Buenos Aires donde actuó en diferentes espacios folclóricos como La Cacharpaya, mateadas en El Palo Borracho, shows en La Salamanca, El Hormiguero y El Poncho Verde, en donde compartió escenario con Raúl Barboza, Amelita Baltar y Los Chalchaleros; también se presentó en el Teatro Alvear con Julia Elena Dávalos.
También participó de espectáculos con Antonio Tarragó Ros, Los Cantores de Quilla Huasi, Las Voces Blancas, El Chúcaro y Norma Viola y, entre muchos otros. A mediados de los noventa pasó por diferentes escenarios europeos y participó en 1999 y 2000 de las ediciones de Guitarras del Mundo, en Buenos Aires. En 2004 recibió el Premio del Fondo Nacional de las Artes y un año después la Confederación Gaucha Argentina lo distinguió Leyenda Surera.
En 2007 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires y en 2010 grabó el Martín Fierro, de José Hernández, editado por el Ministerio de Relaciones Exteriores como parte de los festejos del Bicentenario Argentino. Ese año recibió las distinciones del Gran Premio Dionisio de la Música, en Riomaggiore, Italia y el Premio Cantaris, en Sicilia.
Con la muerte de Moreno Palacios se pierde un genuino folklorista pero sigue encendida la llama que supo cultivar a lo largo de su extensa y rica trayectoria.
WD (Fuente: Clarin)