El reporte elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav precisó que Argentina cubre el 66,2% de los hogares con el IFE
La Argentina tiene la política de transferencias directas más importante de la región para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus, con dos de cada tres hogares cubiertos por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), aseguró un análisis de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
El reporte elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav precisó que mientras Argentina cubre el 66,2% de los hogares con el IFE; Brasil apenas alcanza al 25,3% de su población con sus políticas sociales similares; Chile, al 31,8%; Perú, al 2,5% y Colombia, al 18,6%.
En la Argentina el IFE cubre 8,8 millones de hogares, el 66,2% del total país, y la suma destinada a los tres pagos determinados por el Gobierno representa el 1,07% del Producto Bruto Interno (PBI).
El segundo país con mayor cobertura en la región es Bolivia con su Bono Familia, que reciben 1,6 millón de hogares, que representan el 55,2% del total, y el 0,29% de su PBI.
Venezuela, con su Bono Quedate en Casa, cubre a 12 millones de hogares, 42,9% del total, y su esfuerzo fiscal es del 0,01% de su PBI.
Por su parte, Chile implementó el Bono Covid-19, que alcanza a 1,8 millón de familias y representa 0,36% de su PBI; y Brasil, el Coronavoucher, con cobertura para 16,4 millones de hogares, y el 0,37% de Producto Bruto destinado a esta política.
En tanto, Colombia puso en marcha el Ingreso Solidario para 2,5 millones de beneficiarios, con una erogación equivalente al 0,05% de su PBI; y Uruguay su Cupón Canasta Alimentaria, para 60.000 hogares, 5,1% del total, con una inversión del 0,03% de su Producto Bruto.
Por último, Perú aplicó el Bono Yo Me Quedo en Casa y alcanzó a 800.000 familias, para lo cual destinó recursos que significan el 0,08% de su PBI.
“Las políticas de transferencia directa fueron muy comunes en la región latinoamericana, principalmente, porque la mayoría de los países comparten los rasgos de informalidad y altas tasas de desocupación que limitan el alcance de las políticas de protección del empleo y la producción”, señaló la Undav.
Indicó que “en esta línea, cada país tuvo su experiencia similar al IFE de Argentina”, no obstante lo cual subrayó que “luego de un exhaustivo análisis, se observó que la política implementada en Argentina resultó ser la de mayor índice de cobertura, alcanzando a un 66,2% de los hogares, e implicando el mayor esfuerzo fiscal, en relación al PBI, del 1,07%”.
Además, remarcó que “el diseño del IFE combinó, un monto relativamente alto en la región, representando casi el 60% del salario mínimo, con un alto grado de cobertura, y con la extensión de tres pagos, hasta el momento”.
Puntualizó que “estos tres pagos del IFE implican una erogación de $ 264.000 millones que alcanza a 8,8 millones de hogares, cubriendo al 66% de todo el país”. (Telam)