Una encuesta entre gerentes financieros de empresas que operan en el país reveló que el sector privado siente el impacto del aumento de los impuestos. Algo más del 70% de los ejecutivos consultados dijo que su empresa postergó o canceló nuevos proyectos de inversión como resultado del esquema fiscal, todos respondieron que no aumentarán sus inversiones este año y casi el 95% dijo que la Argentina perdió atractivo a nivel regional por los cambios a su sistema impositivo.
La firma KPMG publicó este fin de semana su “Encuesta de Impuestos de KPMG 2019-2020”, que repite todos los años. Entre las principales respuestas de los 80 ejecutivos de finanzas que participaron del relevamiento se destacan la previsión de que la carga impositiva aumente este año, que Ingresos Brutos fue identificado como el impuesto con más incidencia en precios y la Provincia de Buenos Aires como el distrito más caro, seguido por la ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Córdoba, en ese orden.
“De las opiniones mayoritarias surge que la presión fiscal es percibida como un obstáculo fuertemente disuasivo en la planificación de nuevos proyectos de inversión en Argentina. Al igual que en las opiniones recibidas en los últimos años la visión mayoritaria de las empresas es que el Impuesto sobre los Ingresos Brutos es el que incide más fuertemente en la determinación de precios de productos y servicios que se comercializan. Este gravamen merecería una consideración especial en futuras reformas fiscales dada su fuerte incidencia distorsiva en contra de la competitividad. La suspensión de un año de los compromisos del Consenso Fiscal en una instancia donde se iban a empezar a percibir con mayor nitidez las rebajas de alícuotas, es una señal que los encuestados ven con pesimismo en cuanto a su carácter temporal”, dijo Fernando Quiroga Lafargue, socio a cargo de Servicios Financieros de Impuestos en KPMG Argentina y responsable de la encuesta en un comunicado.
“Con la perspectiva de una presión fiscal agravada para 2020 que surge de la casi totalidad de las respuestas se infiere una creciente dificultad para que las empresas pongan en marcha nuevos proyectos”, agregó.
Entre los datos más salientes que surgen de la encuesta está que Ingresos Brutos es el impuesto más distorsivo a ojos de las empresas. El 50,62% dice que ese tributo es el que más incide en la determinación de los precios de sus productos y servicios.