Utilizar casco puede salvar la vida al amortiguar los golpes en la cabeza, quienes no lo utilizan tienen más probabilidades de muerte o sufrir lesiones permanentes.
En este sentido, en un posible accidente el casco absorbe gran parte de la energía del impacto con su estructura y el cerebro golpea contra las paredes del cráneo con menos fuerza. Además, disminuye la fuerza del impacto hacia una superficie más grande, por lo que la energía del choque no se concentra en una sola parte de la cabeza.
La ley Nacional de Tránsito obliga al uso de casco cuando se circula en motos o ciclomotores, sin embargo, hay mucha gente que no lo usa. La obligatoriedad de su uso parece lógica teniendo en cuenta que ambos vehículos no poseen carrocería alguna que pueda servir de contención en caso de choque o vuelco, y que la sola pérdida del equilibrio en la moto puede significar dar de cabeza contra el duro suelo.
El casco constituye el principal elemento de protección, en caso de colisión, la cabeza funciona como parachoques, por lo que el casco es la única protección, debido a que la cabeza es la parte más importante y la más pesada del cuerpo, por esta razón será lo primero en impactar ante cualquier eventualidad. Además, su uso reduce las muertes en 1/3 y evita 2/3 las lesiones cerebrales.