El Centro Vasco rendirá homenaje a las víctimas del bombardeo de Gernika

La villa de Gernika, antigua custodia del roble donde se juraban los fueros vascos, etapa del camino de Santiago, tenía su día de mercado. De los caseríos llegaban con sus productos para vender y la plaza del Ferial se llenaba de gente. Pero ese 26 de abril de 1937 sería diferente. Las campanas de la iglesia de Andra Mari comenzaron a tocar, anunciando el peligro. De pronto el cielo se llenó de aviones, que dejaban caer sus bombas sobre la población y ametrallaban a los que huían. Eran los aviones de la Legión Cóndor alemana y de los Legionarios italianos. Tres horas después sólo quedaba desolación. Los sublevados de Franco y sus aliados habían destruído la ciudad.
Y tras la destrucción, el silencio. De eso no se hablaba, ni de las ruinas, ni de las víctimas. Pero los periodistas extranjeros lograron publicar fotos y crónicas del desastre y Gernika salió a la luz. El horror recorrió el mundo: el primer ataque masivo contra la población civil, que seguiría con los bombardeos de otras ciudades.
El avance del fascismo echó un manto de silencio sobre lo sucedido. Ni siquiera se registraron oficialmente las víctimas.
Pero Gernika vive para contarnos los horrores de la guerra, para instarnos a recorrer caminos de paz para la resolución de conflictos, para recordarnos que la verdad siempre sale a la luz.
El viernes 26 de abril, a las 17.15 hs el Centro Vasco Zingirako Euskaldunak rendirá homenaje a las víctimas de los bombardeos y al pueblo vasco frente al retoño del roble de Gernika que se encuentra en la plaza Independencia, con un auresku y una ofrenda floral, e invita a los chascomunenses a compartir este momento.