El consumo masivo cayó en enero 7,3% y no se espera repunte hasta mitad de año

En línea con lo que está sucediendo en todos los sectores económicos, con profundas caídas en la industria y la construcción, el consumo masivo tuvo en enero su mayor caída de los últimos tres años, cuando comenzaron a derrumbarse las ventas en los supermercados. Desde la crisis de 2001 que no se registraban bajas tan importantes en la demanda de alimentos y productos de cosmética y limpieza.
De acuerdo con el último informe de la consultora Scentia, las ventas en las grandes cadenas y autoservicios independientes se contrajeron 7,3% en volumen respecto de enero del 2018, con una baja mucho más pronunciada en los pequeños comercios.
Mientras que la merma fue de 11% interanual en los autoservicios independientes, en las cadenas fue del 2,8%, apalancado por la estrategia de promociones y descuentos que se viene sosteniendo desde el último año. En el interior se sintió más la baja del consumo, con una contracción del 7,6% frente al 6,9% registrado en el AMBA.
El informe también destaca la variación de precios que tuvieron los productos de las 238 categorías que se comercializan en los canales, que en enero fue de 51,5% respecto de enero del año pasado. Según el director de Scentia, Osvaldo del Río, «si bien no es inflación porque puede estar afectado por el mix de compra, el dato podría guardar relación con la realidad inflacionaria de inicio de año».
Las cadenas siguen con la estrategia de “promos” para evitar un desplome mayor
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Los rubros más golpeados por la caída del consumo en el primer mes del año fueron el de «bebidas sin alcohol», que se desplomó 14,1% interanual; y el de «perecederos y frío», cuya baja fue del 10,1%. Le siguieron «limpieza de ropa y hogar», con 8%; «bebidas con alcohol» (7,2%); «desayuno y merienda» (6,3%); «alimentación» e «higiene y cosmética» (5,6%); y los «impulsivos», como es el caso de las golosinas, que cayó apenas 0,9%.
«El dato de caída de enero guarda relación con las expectativas que teníamos por varios motivos: se compara con el mejor trimestre de 2018; la situación del consumo continúa con la inercia negativa del segundo semestre del año pasado; la brecha entre inflación y salario se ha separado en desmedro del salario; las tarifas siguen su proceso de ajuste; y la industria y construcción mostraron caídas del 14,7% y 20%, respectivamente», explicó Del Río, quien agregó que las perspectivas para el primer semestre de este año son similares.