El coronavirus se expandió fuertemente hacia el interior bonaerense en las últimas semanas y, con el objetivo de reducir los contagios, las autoridades locales comenzaron a analizar y a aplicar nuevas restricciones.
Tal como viene señalando DIB, el Covid-19 dejó de ser un problema exclusivo del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y ahora también golpea con fuerza en el interior, en donde ya se registraron fallecidos en 50 distritos y hay al menos un infectado cada 250 habitantes.
En Bahía Blanca, con 455 casos activos, preocupa en este momento la ocupación de camas comunes y la disponibilidad de personal de salud. “Hay muchos internados con síntomas, que no son graves pero requieren internación, y hay dos hospitales con personal aislado”, señaló el secretario de Gobierno municipal, Adrián Jouglard, en diálogo con el portal local La Nueva.
En este sentido, el funcionario no descartó avanzar con nuevas restricciones para la ciudad. “Retroceder de fase (hoy está en la 4) siempre está entre las posibilidades, todo depende de cómo esté el sistema de salud”, apuntó.
Una situación similar transita Junín, que ayer confirmó 29 positivos y tiene 208 activos. Por estas horas, el diario La Verdad informó que el gobierno de Pablo Petrecca analiza medidas con los sectores productivos del distrito para reducir la circulación de personas.
En General Pueyrredon (Mar del Plata), que volvió el pasado sábado a fase 3, los contagios no ceden. Ayer registró 311 y el titular de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de la ciudad, Adrián Alasino, recomendó “recortar al máximo todas las actividades posibles y apelar a la responsabilidad ciudadana”.
El también presidente honorario de la Federación Argentina de Medicina General advirtió: “Si durante los próximos siete días se mantiene un promedio de casos por arriba de 200 por día, el sistema de salud no podrá dar respuestas”.
En este marco, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata dispuso “feria extraordinaria” para juzgados ubicados en aquella ciudad y también en dependencias de Azul en las que se han detectado casos positivos.
En Chivilcoy, en donde se confirmaron ayer diez contagiados (tiene 41 transitando la enfermedad actualmente), el intendente Guillermo Britos llamó a “no bajar la guardia y extremar cuidados” para evitar tensiones en el sistema sanitario; mientras que Olavarría dio cuenta en las últimas horas de 17 nuevos casos y llegó a los 121 activos, su pico desde que comenzó la pandemia.
Un caso extremo en el interior de la provincia de Buenos Aires es el de Bragado, una ciudad de unos 40 mil habitantes que hoy está en fase 3. Allí la pandemia no da tregua: ya se cobró 23 víctimas fatales y actualmente cuenta con 354 enfermos en tratamiento (se confirmaron 39 positivos).
“La ciudadanía tiene que saber que nuestro sistema sanitario tiene una capacidad determinada; si ésta se ve superada vamos a tener un problema grande”, avisó el pasado martes el secretario de Gobierno bragadense, Mauricio Tomasino. (DIB) MT