Al igual que sucedió con varios rubros, puestos de trabajo, empresas, organismos e instituciones, La Asociación Argentina de Actores (AAA) está pasando por momentos muy complicados a nivel económico y a través de un comunicado de prensa a través de su sitio y redes, la entidad explicó con un dramático y desesperado relato la tiranía del bolsillo.
El comunicado completo
“La Asociación Argentina de Actores se encuentra en una situación límite. Hemos venido trabajando arduamente para sostener la grave realidad económica que atraviesa el sindicato y hasta hoy hemos optado por abordar esta crisis haciendo diversas gestiones que permitieran a nuestras afiliadas y afiliados atravesar este momento tan difícil, manejándonos con mucha prudencia en la información para no sumar más angustia y preocupaciones a la ya castigada comunidad actoral. Sin embargo, nuestra realidad se va tornando cada vez más dura e insostenible.
Todos sabemos que la pandemia de Covid-19 ha generado una parálisis casi total de la actividad actoral, históricamente signada por la inestabilidad laboral y los altos índices de desempleo. Previamente a esta inédita situación sanitaria mundial generada por el coronavirus, durante los últimos años la comunidad actoral argentina ha venido sufriendo una alarmante falta de trabajo, tanto en el ámbito audiovisual como en el teatral y en otras ramas de la actividad, debido a la ausencia de políticas encargadas de proteger y fomentar a la cultura en todas sus formas.
Al no haber trabajo actoral, no ingresa al sindicato el porcentaje del aporte originado en los salarios de actores y actrices, que es vital para la subsistencia del gremio y de su obra social. Durante ocho meses hemos gestionado sin caer en déficit. Sin embargo, al día de hoy hemos llegado a una situación económica insostenible que hace peligrar el sostenimiento de la estructura del sindicato.
Un ejemplo para clarificar esta situación. Tomando como referencia el mes de agosto de 2020, que resultó ser el mes más álgido en cuanto a ingresos, en dicho período cobraron sus haberes a través del sindicato un total de 1.168 personas en todas las ramas de la actividad. En el mismo período de 2019, cobraron sus haberes un total de 4.187 personas. Esto significa un impacto negativo del 258%.
Son setenta las empleadas y empleados que hacen posible el funcionamiento de la entidad, tanto en nuestra sede central como en las delegaciones del país. Con gran esfuerzo, y contando con la ayuda del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), hasta hoy hemos abonado todos los sueldos, garantizando el sustento a las familias de nuestro personal. El panorama de aquí en adelante se torna incierto y nuestras preocupaciones están enfocadas en sostener la actual organización, una herramienta esencial para la defensa de los derechos laborales.
Por otra parte, el retorno al trabajo no será instantáneo ni masivo y el hecho de que ya se encuentre habilitada la actividad no implica que todos los trabajadores y trabajadoras de la cultura puedan reinsertarse en lo inmediato, resultando más dificultoso aún en el ámbito independiente.
Desde el inicio de la pandemia, hemos llevado a cabo innumerables gestiones ante organismos oficiales y entidades bancarias. Mientras aguardamos la respuesta que nos lleve a vislumbrar un horizonte que nos permita avanzar y sortear los actuales obstáculos, seguimos en el camino de la lucha, siempre pensando en el bienestar de nuestro castigado colectivo.
A pesar de las dificultades, la Asociación Argentina de Actores no ha dejado de exponer, trabajar y gestionar ante las autoridades correspondientes para que la mayor parte posible de nuestras compañeras y compañeros obtengan algún tipo de ayuda en el desesperante contexto de la pandemia. Las becas y programas de asistencia económica que han sido impulsados desde el Ministerio de Cultura de la Nación, el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y otros organismos oficiales son el resultado de innumerables horas de trabajo de nuestros dirigentes.
Desde finales de marzo, nos hemos orientado a la búsqueda de la colaboración de empresas privadas y organismos del Estado para hacer posible la entrega de bolsones de alimentos a miles de compañeras y compañeros en forma sostenida hasta la actualidad, que son distribuidos por nuestros propios dirigentes y un grupo de actores colaboradores en sus vehículos particulares. En paralelo, hemos brindado durante la pandemia actividades de formación y de entrenamiento a miles de actrices y actores en forma completamente gratuita, siempre con cupos completos como una manera de acompañarlos en tiempos difíciles.
Hemos trabajado con los referentes de cada sector y las autoridades gubernamentales en la elaboración responsable de los protocolos sanitarios que han permitido el regreso del trabajo en sectores del cine, televisión, publicidad, doblaje y teatro. Nuestro aporte al análisis, la discusión y la redacción de los protocolos fue de gran importancia y han sido tomados como ejemplo por los sindicatos y organizaciones de otros países de Latinoamérica, siendo expuestos en los congresos de la Federación Internacional de Actores (FIA).
La Asociación Argentina de Actores nació en tiempos de pandemia, en marzo de 1919, cuando aún se sentían los efectos de la gripe española, que también obligó a cerrar teatros y paralizar la actividad, perjudicando a un colectivo que no contaba con ningún tipo de derechos y que era objeto de permanente explotación. Desde los inicios hasta hoy, los logros de la Asociación Argentina de Actores han sido innumerables y los derechos laborales de los que gozan las actrices y actores argentinos son una referencia. El gremio argentino es un ejemplo de organización y ha inspirado a los sindicatos de actores de todo el mundo entero a sentar sus bases. Es una herramienta esencial que hoy corre serios riesgos.
Honrando la lucha y el compromiso de quienes nos precedieron históricamente, esta conducción está trabajando sin descanso para superar esta crisis, una de las más severas por las que debe atravesar el sindicato en toda su historia. Las soluciones no siempre llegan a tiempo y los tiempos aprietan.
Necesitamos de la comprensión, la empatía y la unidad de nuestras afiliadas y afiliados, así como también del acompañamiento y la ayuda del Estado, un factor clave para el desarrollo de la cultura y de las industrias que de ella dependen.AAA