Parte de la historia del país
La Biblioteca Nacional inauguró un espacio permanente que recrea el despacho personal del ex presidente Raúl Alfonsín con su biblioteca y mobiliario, los libros de formación y consulta, el escritorio y objetos representativos, como un abrecartas de plata que le regalaron los Reyes de España-, tras una significativa donación que realizaron sus nietos de un acervo con más de 3500 ejemplares del referente radical.
Una biblioteca se hace de las lecturas de quien la cosecha, de los libros propios, los recibidos, los de consulta diaria, los dedicados: la de Alfonsín (1927-2009) reúne 3551 títulos de Jean Jeaques Rousseau, Martín Heidegger, José Ortega y Gasset, Hannah Arendt, Mijaíl Gorbachov, Antonio Gramsci, Noam Chomsky, Adriana Puiggrós, Domingo Faustino Sarmiento, Lisandro de la Torre o Juan Domingo Perón.
Esos son solo algunos de los autores que robustecieron, desde su formación como estudiante de Derecho hasta sus últimos años, los estantes de su biblioteca entre el estudio de la avenida Santa Fe y su casa de Chascomús, con mayoría de títulos de historia, política, filosofía, sociología y economía, menos de narrativa aunque sí textos de escritores clave de América Latina en sus versiones ensayísticas, como Mario Vargas Llosa y Sergio Ramírez;
«La idea surgió hace más de dos años con el entonces director de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel, con la necesidad de mantener unificada la biblioteca de mi abuelo y nos parecía que la mejor manera, por el valor institucional y de Estado, era en la Biblioteca Nacional», explica a Télam Francisco Alfonsín, nieto del ex mandatario y uno de los apoderados de la familia.
«Toda biblioteca -agrega Ezequiel Martínez, al frente de la Dirección General de Acción Cultural de la institución- habla de la persona a la que le perteneció, qué temas le interesaba, qué cosas se multiplicaban, cuáles eran los autores más recurrentes. Esta es una biblioteca ecléctica pero muy apuntada a la política, la historia, la economía, hay mucho de educación y de derechos humanos».
Martínez destaca del catálogo clásicos como «El contrato social» de Rousseau, o «La rebelión de las masas» de Ortega y Gasset, «muchos libros contemporáneos de personas que pasaron por su gobierno o de mandatarios, como el uruguayo Julio María Sanguinetti. Hay también libros propios de él o compilaciones de sus discursos presidenciales».
(Fuente Telám)