El gobernador Kicillof sigue sin designar autoridades en las principales empresas del estado bonaerense

Algo que sorprende a muchos

Transcurrido casi un mes desde que Axel Kicillof asumió en la Provincia, uno de los interrogantes pasa por el futuro de las empresas del estado bonaerense.
Hoy el Estado bonaerense tiene la mayoría de las acciones de una serie de empresas de servicios que, por falta de nuevas designaciones, están en manos de los presidentes designados por María Eugenia Vidal y en algunos casos empiezan a mostrar dificultades para funcionar.

ABSA
Una de ellas, la principal, es ABSA, la empresa de Agua y Saneamiento de la Provincia que presta el servicio en 79 localidades y a 2.5 millones de usuarios. La empresa maneja 22 plantas potabilizadoras, 72 plantas depuradoras y 1.295 perforaciones, pero no tiene un presidente designado.
Hoy, la firma está a cargo de Rafaelle Sardella, designado durante la administración de María Eugenia Vidal y sostenido por el Gobierno a pesar de que quedó salpicado en el escándalo del Correo Argentino. Sardella es hombre de confianza de la Familia Macri. Incluso estando en funciones en ABSA atendía en las oficinas del Grupo SOCMA.
Sardella presentó su renuncia con el conjunto de las autoridades del Gobierno saliente. Y se desentendió de la gestión. Pero Kicillof no la aceptó porque no tiene decidido quién lo reemplazará. Parece un tecnicismo, pero tratándose de un servicio esencial, sin el “ok” de Kicillof, Sardella no puede dejar de hacerse cargo de ABSA: está encadenado.

OTROS CASOS
Distinto es el caso de BAGSA, la distribuidora de gas natural y propano, que presta servicio en 60 localidades del interior bonaerense. El último CEO de BAGSA fue Mariano Arocena y, como en ABSA, no hay noticias de quién lo sucederá. Hay que tomar decisiones políticas: varios municipios acumulan deudas con la empresa y pueden sufrir cortes de servicio.
En materia energética se sigue muy de cerca qué pasará con Centrales de la Costa, la empresa estatal que maneja cuatro centrales ubicadas en la costa atlántica bonaerense, en los partidos de Mar del Plata, Necochea, Madariaga y La Costa. Sin autoridades designadas, permanece al frente Federico Gatti Lavisse, hombre designado por María Eugenia Vidal en abril de 2019.
“Es muy desprolijo, está haciendo un desastre”, dijo una fuente con acceso al directorio, que cuestiona el desembolso de 11 millones de dólares para financiar la construcción de parques eólicos. “Sólo le quedan tres millones de caja para llegar a junio”, precisó la fuente, que remarcó que Centrales de la Costa todavía no hizo funcionar las dos turbinas que inauguró María Eugenia Vidal en 2017.
Más allá de lo que decida Kicillof, en Centrales de la Costa dan por hecho que Gatti Lavisse continuará vinculado con la empresa, como miembro del directorio. Como se sabe, las energías “limpias” fueron una obsesión para Cambiemos, que estaría dispuesto a “pagar” su lealtad.

AUBASA
Finalmente hay que seguir de cerca lo que ocurra con AUBASA. Tras la renuncia de Víctor El Kassir, quedó a cargo su vice Joaquín Granillo Fernández, un abogado platense que tiene vínculos con el peronismo y por ahora gestiona la empresa que maneja los corredores viales que van a la Costa Atlántica y la Autopista La Plata – Buenos Aires.