La Tarjeta Alimentaria comenzará a implementarse desde enero en los distritos del conurbano bonaerense tras la prueba que realizó el gobierno nacional en el municipio de Concordia, Entre Ríos. De esta manera, intentarán focalizar esta política pública para combatir el hambre en medio de una grave crisis económica que azota con mayor dureza en la provincia de Buenos Aires.
Al respecto, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, confirmó en declaraciones a radio El Destape que “vamos a avanzar con la distribución de la tarjeta de alimentos en el conurbano bonaerense y grandes centros urbanos». Asimismo, el funcionario relató que en principio estaba planeado comenzar con la distribución de las tarjetas en febrero, pero admitió que la grave situación social los obligó a acelerar la entrega y adelantarla para el primer mes de mandato.
«La implementación de la tarjeta alimentaria fue más que exitosa», sostuvo y celebró que el 30% de los 35 millones de pesos distribuidos en Concordia fueron para comprar lácteos, carne y fruta, parte de la canasta básica saludable de alimentos que buscan alentar.
Además, explicó que “la tarjeta alimentaria va a representar 60.000 millones de pesos que se inyectan en la economía local y tanto los supermercados como la dirigencia del agro forman parte de la Mesa contra el Hambre».
Las tarjetas son entregadas «en forma automática», sin necesidad de trámite previo ni intermediarios, a quienes reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y tengan hijos de hasta 6 años, así como a embarazadas a partir de los tres meses que perciben la asignación por embarazo y personas con pensión por discapacidad, a partir del cruce de datos que realiza el Anses y las bases de datos de las AUH.
En total, serán cerca de cuatro millones de personas las beneficiadas con las tarjetas, que se cargarán el tercer viernes de cada mes con 4.000 o 6.000 pesos, dependiendo de si el titular tiene uno o más hijos, respectivamente.