El término “afrodescendiente” se instaló en 2001, a partir de la IV Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia realizada en Durban, Sudáfrica. Se adopta para reconocer a todas las personas que fueron víctimas de la trata esclavista durante el período de colonización del continente americano, y también para aquellas personas descendientes de los/as africanos/as que viven fuera del continente.
Bajo el Decreto 658/2017, el presidente Mauricio Macri reconoció oportunamente la importancia del Decenio Internacional Afrodescendiente proclamado por Naciones Unidas y se compromete a realizar acciones de visibilización, reconocimiento y promoción de derechos a toda la comunidad afrodescendiente del país, instruyendo a la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación a la creación de un programa nacional de trabajo desde el Estado hacia la comunidad.
Durante siglos, y hasta nuestros días, los/as afrodescendientes fueron víctimas de discriminación racial y racismo, y en la Argentina han sido históricamente invisibilizados/as. Los/as afroargentinos/as han sufrido dicha invisibilización sostenida a nivel oficial desde fines del siglo XIX, con consecuencias sumamente negativas para los procesos de autoreconocimiento y reafirmación de los afrodescendientes en el país, como así también sus aportes a la vida social, cultural y económica de la Argentina.
Actualmente, se destaca la existencia de población afroargentina en las 24 provincias, con una concentración en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, además de las provincias que históricamente han tenido presencia afrodescendiente: Santiago del Estero, Corrientes, Córdoba, Santa Fe y Misiones, entre otras.
En tal sentido, se pueden conocer diferentes sitios de memoria de la presencia africana/afrodescendiente en la Argentina. Entre ellos se destacan los siguientes:
– La Capilla de los Negros (Chascomús).
– Parque Lezama y Monumento a Falucho (CABA).
– Pueblo de San Félix (Santiago del Estero).
– Alta Gracia (Córdoba).
– Parque Cambá Cuá (Corrientes).
– Cementerio de los “Manecos” (Villaguay, Entre Ríos).
– La Capilla de los Negros (Chascomús).
– Ensenada y Dock Sud (Provincia de Bs. As.).
Asimismo, en nuestro lenguaje hay cientos de palabras de origen africano, como mandinga, mondongo, candombe y quilombo. A su vez, la gastronomía, la danza y la música forman parte también de este legado, siendo innegable el aporte afro al tango, la milonga y los ritmos autóctonos argentinos como la chacarera, malambo, zemba y charanda.