El papa Francisco pidió “garantizar que la asistencia social llegue a la economía informal” golpeada por los efectos del coronavirus, al tiempo que lamentó el “aumento” de la pobreza y el desempleo por la falta de medidas a nivel mundial durante la pandemia.
“Evitemos las pasadas fijaciones en el consumismo ciego y la negación de las claras evidencias que apuntan a la discriminación de nuestros hermanos y hermanas desechables por la sociedad”, expresó Jorge Bergoglio en un videomensaje enviado hoy a la 109 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, y puso énfasis en que las relaciones sociales a futuro “provenga de una negociación colectiva”.
En su discurso, Francisco señaló que “la falta de medidas de protección social frente al impacto de la Covid-19 ha provocado un aumento de la pobreza, el desempleo, el subempleo, el incremento de la informalidad del trabajo, el retraso en la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, que esto es muy grave, el aumento del trabajo infantil, más grave aún, la vulnerabilidad al tráfico de personas, la inseguridad alimentaria y una mayor exposición a la infección entre poblaciones como los enfermos y los ancianos”.
Asimismo, entre varios ítems sobre cómo entener una correcta comprensión del trabajo, el Papa puntualizó que “si el trabajo es una relación, tiene que incorporar la dimensión del cuidado, porque ninguna relación puede sobrevivir sin cuidado”. En ese sentido, consideró que “un trabajo que cuida contribuirá a asegurar un futuro sostenible en las generaciones futuras”. Y se preguntó e instó a preguntarse: “¿Cómo una empresa cuida a sus trabajadores?”
Además agregó que es momento de ser solidarios entre los pueblos y de sacarnos la idea de “cultura” de la Ilustración, ligada a un cierto tipo de nivel intelectual o de pertenencia social. “Cada pueblo tiene su cultura”, subrayó.
Enfocado en propuestas hacia la pospandemia, el pontífice retomó lo expuesto en su encíclica de 2020 Fratelli tutti y aseguró que “a veces, al hablar de propiedad privada olvidamos que es un derecho secundario, que depende de este derecho primario, que es el destino universal de los bienes”.
Asimismo, pidió a los gobernantes ejercer la “caridad política” de modo que “el prójimo no tenga que padecer la miseria”. (DIB) ACR