El regreso de un gigante: ¿por qué aparecen pumas cerca de las ciudades?

Por Manuel Tejo, de la agencia DIB

La aparición de pumas en territorios periurbanos de la provincia de Buenos Aires se ha ido incrementando en los últimos años. Los especialistas vinculan el fenómeno a la prohibición de la caza y a las modificaciones sufridas en el medioambiente. En tanto, la noticia es evaluada de manera positiva en términos de conservación de la fauna, pero también causa alerta y temor.
El avistaje más inmediato de un puma en una ciudad de la provincia tuvo lugar en Punta Alta (Coronel Rosales), en los primeros días de agosto: fue registrado por una cámara del centro de monitoreo municipal en las inmediaciones del cementerio local. El caso se suma a otro apuntado en julio, cuando un animal de las mismas características fue visto en las afueras de Bahía Blanca.
“Entendemos que las apariciones están vinculadas al desplazamiento del hábitat que tienen los pumas por cuestiones como el avance de la agricultura o los incendios forestales”, le dijo a DIB Melina Manso, directora de Flora y Fauna bonaerense.
Otra razón que sugieren los especialistas es la prohibición de su matanza, ya que se trata de una especie protegida por la ley provincial Nº 11.723. “En La Pampa está permitida la caza y tal vez por eso se vienen desplazando a Buenos Aires. Quizá, también, siguiendo al jabalí que es una de las presas preferidas del puma”, agregó la funcionaria bonaerense.
Los casos se repiten a lo largo y ancho de la provincia. En abril de este año, un puma apareció en las inmediaciones de un barrio cerrado de la localidad de Brandsen, a pocos metros de la ruta 215 y cerca de La Plata. El felino logró ser rescatado y trasladado a la Estación de Cría de Animales Silvestres (ECAS) de Berazategui. En los últimos meses, además, se hicieron públicas cazas ilegales de ejemplares en los distritos bonaerenses de General Pinto y Madariaga, y en la zona de Junín y Rojas. En 2018, en San Cayetano, productores alertaron sobre la matanza de terneros por parte de pumas; y en Carlos Tejedor uno fue atropellado en un camino rural, cerca de la localidad de Carurú.
“También suelen asomar cerca de la costa, en zonas de médanos”, agregó Manso, quien aclaró que el incremento de apariciones no significa necesariamente que la población de este felino esté en aumento. “Pareciera que hay más porque se van desplazando de su ambiente natural y se acercan a zonas urbanas. En la provincia existe la caza ilegal y ocurre que aparecen ejemplares juveniles abandonados porque mataron al adulto y quedaron los cachorros”, agregó.
Alimento y refugio
Durante varias décadas se creyó que el puma estaba casi extinto en la provincia de Buenos Aires. En 2015, una investigación dio cuenta de más de 100 reportes sobre avistajes, y en los últimos años otros tantos han sido noticia.
“Tiempo atrás se lo creyó casi extinto pero luego volvieron a aparecer en convivencia con el hombre gracias a la introducción de fauna exótica en la provincia para los cotos de caza (como ciervos y liebres), que beneficia a los pumas dándoles un nuevo alimento”, le contaron a DIB desde el área de Recursos Naturales del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (ODPS).
Desde esta dependencia también señalaron que hay reforestaciones que “sirven como nuevos refugios”. En tanto, aventuraron otra explicación sobre la llegada a territorios poblados por personas: “Su aparición en zonas urbanas se debe a que en el proceso de integración de la maquinaria a la agricultura de la provincia hay menos seres humanos trabajando en los campos, lo cual significó la expansión de la especie en regiones cercanas a la urbanización”, explicaron.
Perfil del puma
El puma concolor es el que habita en Argentina y en toda América. “Es una especie que se adapta a la mayoría de los hábitats que pueden ser pastizal, llanura, selva y montaña”, explicaron desde la ODPS.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, este felino llegó a ocupar zonas costeras y boscosas. “En la actualidad no habita de forma homogénea una zona específica aunque ocupa de forma amplia el territorio bonaerense”, detallaron.
Protocolo para apariciones
En la noche del 15 de julio pasado, un puma fue visto por vecinos en el barrio El Nacional de Bahía Blanca, en la periferia de la ciudad del sur bonaerense. El ejemplar, una hembra adulta, merodeaba por la zona y hasta pudo ser fotografiado sobre una medianera antes de que lograran atraparlo.
Tras un llamado al 911, llegaron al lugar agentes policiales y luego referentes de Veterinaria y Zoonosis de la municipalidad local. “Primero se mantuvo la vigilancia esperando que regresara por sus propios medios al área natural que comenzaba a unos 300 metros”, le contó a DIB el titular de la dependencia comunal Pablo Vidal.
La estrategia inicial en estos casos siempre es mantener una guardia discreta para que el animal esté tranquilo. En este caso, quizá por la cantidad de gente que se había reunido en las inmediaciones, el puma no se retiró sino que se metió adentro del quincho de una casa. “Finalmente tomamos la decisión de sedarlo y trasladarlo a un punto alejado, equidistante entre las ciudades de la zona”, agregó Vidal.
El que se siguió en Bahía Blanca es el protocolo adecuado. Cuando los animales están heridos, también se los seda y luego se los traslada a un centro de rescate o a un zoológico en el que puedan atender sus necesidades. (DIB) MT