«Hubo algunas protestas en el país por la ley de las tarifas que fue vetada por el presidente (Mauricio) Macri. ¿Cómo cree que el Gobierno debe recomponer la situación con la oposición y cómo esto podría afectar las inversiones?». El jefe de Gabinete, Marcos Peña, escuchó esta pregunta en Londres, pero podría haber sido formulada en Argentina, sobre todo por la reacción que generó esta discusión en el Congreso y la posible convocatoria de un paro nacional.
Luego de disertar ante periodistas y empresarios sobre el desafío que significa para el país ser anfitrión de la reunión del G20, Peña respondió el interrogante: «Para todos los que tal vez conocen Buenos Aires, sabrán que somos una de las pocas ciudades del mundo donde en el noticiero de la mañana tenemos el clima y el mapa con los cortes por protestas. Es parte de nuestra cultura; somos un país contestatario».
Y amplió: «La ex presidenta Cristina Kirchner, y sus seguidores, nunca reconocieron la derrota en las elecciones. Desde el primer día siempre encuentran una excusa para mostrar descontento popular, pero creemos que de ninguna manera eso refleja la realidad en las calles hoy en día. Se puede encontrar gente enojada o angustiada, pero eso no se traduce en malestar social o en la idea de un país paralizado por la protesta».
El Jefe de Gabinete inició hoy su segundo día actividad oficial en Londres, con la expectativa depositada en la reunión que mantendrá durante la tarde con Peter Hill, secretario de la primera ministra Theresa May. El objetivo será gestionar y ratificar la presencia de May en la reunión del G20, que se realizará en Argentina el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de este año.
Pero previo a este encuentro, el funcionario disertó ante un grupo de empresarios en la sede del Instituto Real de Asuntos Internacionales, y luego contestó preguntas de los invitados presentes. Así, entre otros puntos, aseguró que Argentina está haciendo «buenos progresos» en las discusiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un programa de asistencia financiera.
El funcionario no quiso dar detalles sobre el acuerdo, pero afirmó que el Gobierno espera reducir el gasto público a un 38 por ciento del producto interno bruto, desde 42 por ciento, para fines de año.
Por otro lado, hizo una defensa de la política económica implementada por Cambiemos y se refirió a la confianza de la gente en el Gobierno. «Estamos seguros del cambio que tiene la mayoría de la sociedad y de invertir a futuro. Estamos seguros, muy seguros, como lo estábamos en el 2014, cuando muy poca gente creía que el cambio ganaría la elección», afirmó
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