No suele leer los diarios en su casa de Capilla del Señor, pero Elisa Carrió se enteró, horas atrás, de que Emilio Monzó la consideró una «solista», en un momento en el que hace falta «una orquesta en Juntos por el Cambio».
«Soy la solista con más huevos de esta Nación, que es lo que te faltó a vos», le escribió Carrió al extitular de la Cámara de Diputados, y con el mismo tono lo acusó de «hipócrita», de hacer «negocios» con Sergio Massa en conjunto con Rogelio Frigerio y de «querer la derrota de María Eugenia Vidal» en 2015.
Eso sí, antes de despedirse le deseó «Feliz Navidad» a Monzó, que nunca recibió el mensaje porque cambiar su número telefónico. «Quedó dolida y le molesta que no la hayan incluido en el ala política de Cambiemos», retrucaron desde el monzoísmo, aunque prefirieron no polemizar demasiado.
En defensa del vocero y contra «la tuitera que vive en el Kavanagh»
Al principio tomaron sus desplantes y sus críticas con ironías disfrazadas de silenciosa indiferencia. Pero como Alicia Castro, la exembajadora en Caracas y frustrada representante en Moscú, continuó con sus durísimas críticas a funcionarios, la indiferencia se transformó en respuesta, aunque con el micrófono apagado. «Se ve que la señora, como está desempleada y aburrida en el [edificio] Kavanagh, no tenía otra cosa mejor que hacer o se le habrá cortado el cable», contestaron sin piedad desde el riñón albertista en defensa del vocero Juan Pablo Biondi, a quien la exembajadora acusó de «no aplaudir» el discurso de la expresidenta Cristina Kirchner en La Plata, un discurso en el que la vicepresidenta «mandó a buscar otro laburo» a los ministros «que tengan miedo y no se animen» a implementar determinadas políticas. La defensa de Biondi -que recibió el respaldo virtual de otros voceros, como Cristian Nieto, histórico de la UCR-, coincide con el renovado enojo del cuerpo diplomático con las críticas que Castro suele hacerle al canciller Felipe Solá por sus políticas «alineadas a la derecha» en relación con la Venezuela de Nicolás Maduro. «No perdemos tiempo contestando tuits», afirmaron fuentes cercanas al canciller Solá, a quien Castro le pidió días atrás que impulse (junto al Presidente, claro) la reincorporación de Venezuela al Mercosur, donde fue suspendida en 2017 por unanimidad de los cuatro miembros permanentes del bloque regional. «Gustavo Beliz y Jorge Argüello manejan la política exterior, y eso debería cambiar», dispararon desde la Internacional Progresista, que Castro integra y que apoyó, por caso, el proceso electoral venezolano, considerado «fraudulento» por países de América Latina, la Unión Europea y la ONU. «Alicia quedó mal porque no fue embajadora en Rusia», concluye otro albertista.
Lousteau y Angelici tienen más rivales en la UCR porteña
Cuando parecía que su pelea iba a ser en marzo, y «mano a mano», a Martín Lousteau y Daniel Angelici les surgió un «tercero en discordia» de cara a la conducción de la UCR porteña. Adelante Ciudad, la nueva agrupación radical porteña, nuclea a figuras «nacionales» como Luis Brandoni, Silvia Collin, Ricardo Gil Lavedra,Jesús Rodríguez, Adolfo Rubinstein, Gabriel Santagata, Guillermo Suárez y Facundo Suárez Lastra, entre otros, y pretende dar la batalla por el control de un distrito que los leales a Lousteau, comandados por Emiliano Yaccobbiti, maneja desde hace años. «Apuntamos a que el radicalismo de la ciudad se integre con el radicalismo nacional y que salga de su aislamiento, superando proyectos personales y excluyentes», dispararon los integrantes de la nueva agrupación, que aún no definió su candidato a conducir el partido, y que la tendrá bien difícil contra dos sectores con capacidad de movilización.
Kravetz y un título sugestivo para su nuevo libro
Tal vez fue el intento de lograr un título ganchero que atraiga lectores. Lo cierto es que el secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, presentó el sábado un libro sobre su experiencia en la gestión con un título sugestivo: «Corré, Cagón». Con prólogo del analista político, Sergio Berensztein, los lectores del libro «pueden profundizar acerca de los pormenores y de la realidad con la que se enfrenta a diario el Municipio», reza la gacetilla de invitación a la presentación, en el contexto de la noche de los libros en el municipio que encabeza Néstor Grindetti. Lo curioso, puntualizaban con ironía desde el espacio opositor, es que Kravetz está casado con la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, que sostuvo este año una durísima batalla con los gremios para el regreso a clases. ¿Aprobará la ministra el título del libro?
Por: Jaime Rosemberg (Fuente: La Nación)