El periodista lamentó como se profundizó la grieta entre oficialismo y oposición. “Volvimos a tener la clase política de siempre”, declaró.
El periodista Ernesto Tenembaum lamentó como abruptamente quedaron en el tiempo aquellas fotos del inicio de la pandemia en la que la grieta había pasado a segundo plano y oficialismo y oposición trabajaban en conjunto para prevenir el desastre epidemiológico. A seis meses de decretada la cuarentena, los casos de COVID-19 siguen en aumento, la crisis económica se agudizó y el diálogo entre dirigentes de distintos partidos “se hizo trizas”. “Volvimos a tener la clase política de siempre”, analizó Tenembaum.
En diálogo con Luis Novaresio (Animales Sueltos), el periodista y licenciado en psicología opinó sobre las nuevas restricciones a la compra de dólares. “Veo un problemón gigantesco que tiene la Argentina que no se terminó y se viene acentuando cada vez más, mes a mes. Porque un gobierno toma estas medidas -que son muy cruentas y muy traumáticas para la economía de cualquier país- solamente cuando tiene un problema muy serio”, sostuvo.
“Uno veía en los primeros días de septiembre una pérdida de reservas de 600 millones de dólares, y una caída desde principio de año de 2.300 en un contexto donde la Argentina tiene un superávit comercial que es el más grande de 2009; sin embargo la gente siguió demandando esa compra de 200 dólares por mes que se hizo cada vez más masiva y más peligrosa para las reservas que van quedando”, agregó.
En ese sentido puso sobre la mesa que ante la falta de dólares “o se encarece o se limita”. “El Gobierno lo encareció poniéndolo a 130 y lo limitó al evitar que mucha gente compre si gasta con tarjeta”. Y se preguntó: “¿Esta medida es eficiente?» “Puede ser siempre y cuando el dólar blue se quede en 130. Si la gente sale a comprar a cualquier precio la brecha puede volver a ampliarse y volvemos al mismo problema”, analizó.
Consultado sobre si este problema surge por la demanda de ahorristas o por la falta de inversiones que sufre el país, entre otros males, Tenembaum utilizó el término “policausal”: “No hay una respuesta unívoca”. “Cuando en Argentina hay un pequeño problema, desde hace muchos años los argentinos recurrimos a lo que sentimos que es sólido que es el dólar”, continuó y definió el problema como “una gran patología”.
Para el periodista y conductor de radio y televisión, este tipo de decisiones no tienen que ver “con una visión política o económica», sino que responde a “un problema muy terrible, histórico de la Argentina”. Luego recordó que “el cepo no lo puso Alberto Fernández, lo acentuó, pero lo puso antes Mauricio Macri y antes Cristina Kirchner”. “Es un problema económico, psicológico, político y va a ser de muy difícil resolución, con suerte se gana un poco de tiempo”, concluyó sobre el anuncio del Gobierno.
Tenembaum lamentó como se fue desdibujando el diálogo entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio, inaugurado en el inicio de la pandemia, y como quedaron postergados en la agenda oficial “los dos problemas centrales inmediatos: el sanitario y el económico”.
“Cuando el Presidente lanza la reforma judicial no tiene nada que ver con lo sanitario ni lo económico, cuando rompe con Horacio Rodríguez Larreta no tiene nada que ver con el tema sanitario ni economico. Uno ve una agenda que se va a imponiendo desde junio para acá de pandemización del discurso oficial y también del discurso opositor”, observó mientras percibe “una sociedad angustiada, empobrecida, haciendo un esfuerzo muy estresante y exigente”.
“Así como al comienzo de la pandemia uno veía una clase política que estaba a la altura de las circunstancias, hoy en día todo eso se hizo trizas. Se terminó”, enfatizó. Tenembaum adjudicó la responsabilidad de la ruptura política a Alberto Fernández, pero también se refirió a la actitud de los dirigentes más radicalizados de la oposición como Mauricio Macri y Patricia Bullrich. “Al comienzo cuando se podía establecer el diálogo entre personas distintas, el principal mérito era del Presidente de la Nación, que eso fracase quizás la principal responsabilidad hay que atribuírsela al Presidente de la Nación; pero si en esa dinámica hay personas muy importantes que convocan a marchas donde la gente se puede contagiar, uno no puede dejar de ver donde los sectores ultras se retroalimentan los unos a los otros”, analizó.
En su lectura de la actualidad política Tenembaum incluyó la carta de Macri “donde pareciera que Argentina está dividida entre el bien y el mal, y el bien es él y el mal son todos los que lo critican». “Volvimos a tener la clase política de siempre, los debates sobre la reforma judicial, fondos de la Capital, reflexiones sobre la nada misma en medio de este drama”, expresó con resignación.
“Dado que la situación es tan frágil, tan difícil y desafiante, sería bueno concentrarse en volver a unir las cosas, ordenarlas y plantearse en términos de valores hacia dónde vamos”, propuso.
Por último, a 10 meses del regreso del kirchnerismo Tenembaum manifestó que “imaginaba un Alberto Fernández zigzagueante, una característica muy de él y es lo que veo”. En ese sentido, ve también en el Jefe de Estado “por momentos gestos acuerdistas». Sin embargo consideró que “este es el peor momento, lo veo más rupturista». No obstante remarcó que “cuesta mucho ser taxativo porque es un gobierno que no empezó”. “La herencia recibida fue durísima, y cuando uno piensa en las empresas que se van, sin las dificultades de 2018 y 2019, tendrían más resto, y sin la pandemia también; después está lo que el Gobierno hace o no hace. Uno es crítico, pero también hay que estar ahí”, concluyó. (Fuente: Infobae)