Las fotos de la fiesta de egresados del secundario de su hija fueron la llave por la cual su papá, que estaba detenido desde hace tres años por abuso sexual, terminara en libertad y absuelto tras la denuncia que le había hecho su vecina.
Miguel Ángel Luna, policía bonaerense, estaba detenido desde hace tres años por una denuncia de abuso sexual que lo tenía como acusado.
El hecho que había denunciado su vecina es que el policía la violó el 15 de diciembre de 2018 aproximadamente a las 22.30 horas. Ella contó que el hombre, como hacía habitualmente, le quiso alcanzar a través de un alambrado bajo que dividía la vivienda de uno de otro, un poco de comida para los siete perros que ella tenía. Fue ahí, denunció, que él la tomó con fuerza, la arrastró hacia su terreno y dentro de una casa rodante que había en el predio del policía la violó.
Desde ese momento, Luna fue detenido y la causa avanzó incluso hasta llegar a juicio. En el debate, aún estando con prisión preventiva, la fiscalía pidió una pena de 16 años de prisión en tanto que el particular damnificado reclamó 17 años.
El juez Felix Gustavo Roumieu del Tribunal Oral Criminal 2 de Quilmes examinó el hecho y hasta apreció como creíble el relato de la víctima, que probablemente puede que haya sucedido tal cual ella denunció.
Incluso en su fallo, cita conclusiones tanto de médicos que examinaron a la víctima el 4 de enero de 2019 y registraron lesiones en sus partes íntimas que datan de los 14 días de producida las mismas lo que podría dar cuenta que el hecho ocurrió.
También de peritos psicológicos que ven rasgos traumáticos en la joven denunciante y en que su relato carece de fabulación sino que al contrario, el mismo es coherente y creíble.
Pero el juez analizó que la fecha y hora en que la vecina dijo que Luna la violó, éste estaba participando de la fiesta de egresados del secundario de su hija y junto a su esposa, en la sociedad de fomento La Carolina ubicada a ocho cuadras de donde habrían tenido lugar los hechos.
El descubrimiento de las fotos las hizo el abogado de la familia del acusado, Diego Raidan, cuando fue a reconocer el lugar donde supuestamente sucedieron los hechos que se juzgaron. No sólo eso, sino que incluso hay varias fotografías del acusado donde él sale posando con su hija y su esposa.
El juez también señaló que ni la fiscalía ni el particular damnificado aportaron pruebas para creer la posibilidad que el acusado se haya ausentado un breve momento de la fiesta, para trasladarse ocho cuadras hasta su domicilio, abusar de la víctima, y volver al lugar donde se hacía la fiesta de egresados.
El juez cuyas conclusiones fueron avaladas por sus colegas Rodrigo Bagini y Pablo Pereyra, escuchó como testigos a las dos fotógrafas del evento que confirmaron que estuvieron sacando distintas imágenes durante el transcurso de la fiesta que duró entre las 17 y las 24 de ese 15 de diciembre.
Incluso, también por peritajes descartó que pudieron haber sido modificadas los registros del día y horario en que se tomaron las fotos.
“Existen dudas de que Luna haya abusado sexualmente” de su vecina el 15 de diciembre. Por eso, por la “duda razonable” y gracias a las fotos de la fiesta de egresados del secundario de su hija, es que el acusado logró recuperar la libertad luego de pasar tres años de tenido por un hecho que no se comprobó. (DIB)