Declararon el estado de pre emergencia. Ya cortan a algunos sectores industriales, lo que se suma a las interrupciones a estaciones de GNC. Buscan evitar afectar el servicio docmiciliario.
El gobierno nacional activó los cortes de gas a la industria para intentar evitar un apagón en el suministro domiciliario, ante los problemas de abastecimiento que se vienen registrando en varios puntos de país, situación que en la provincia de Buenos Aires tiene epicentro en las ciudades de Mar del Plata y La Plata.
El Energas, que declaró el estado de “pre emergencia”, envió una nota a las distribuidoras y transportistas de gas para garantizar el suministro a los usuarios residenciales, lo que técnicamente se conoce como “demanda prioritaria”, lo que extendió los cortes desde la estaciones de GNC hasta las industrias.
La zona más crítica en territorio bonaerense hasta ahora es La Plata, donde se registraron colas de más de un kilómetro para cargar GNC ya que en la ciudad solo cinco establecimientos tienen contratos “en firme”, es decir no interrumpibles. En Mar del Plata dos tercios de las estaciones tienen este tipo de contratos.
En los últimos días, las distribuidoras también comenzaron a cortar el gas a las industrias con contratos interrumpibles y también a aquellas con contratos “firmes, pero con ventana”. Es decir, la distribuidora les puede cortar hasta cierto volumen de metros cúbicos de gas por cierto plazo de tiempo, durante el periodo de bajas temperaturas, que se extiende de mayo a septiembre, y luego de haber cortado el gas a los interrumpibles.
En particular, quedaron afectadas empresas del sector textil, bebidas, maderas y de cerámicas.
“Todavía no se ha llegado el corte de gas a los usuarios con contratos firmes puros”, dijeron en el Gobierno, lo cual significaría llegar a un estado de Emergencia, un paso más respecto de la emergencia declarada hasta ahora.
La llegada de la ola de frío, que el gobierno esperaba recién para junio, puso en evidencia la falta de terminación del gasoducto Néstor Kirchner, al que le falta instalar plantas compresoras. Según un portal especializado en temas energéticos, eso ocurrió porque el gobierno no ejecutó partidas por entre 14 y 40 millones de dólares en el marco del ajuste fiscal. Pero ahora, en medio del cuello de botella con la provisión, debió comprar combustible líquido al exterior por entre 500 y 500 millones de dólares para reemplazar el gas faltante. (DIB)