La inesperada insistencia del ministro de Defensa Agustín Rossi en sostener su candidatura santafesina, que derivó en un pedido público de renuncia del presidente Alberto Fernández, obligó al mandatario a acelerar la definición de su reemplazante, lo que a su vez apura el recambio en Desarrollo Social, cartera de la que sale Daniel Arroyo para ser candidato, pero en la provincia de Buenos Aires.
En el gabinete nacional dan por hecho que la definición del nuevo ministro de Defensa se dará más temprano que tarde, debido a que el tenor de la intervención del presidente, que habló desde Perú –estaba en la asunción del nuevo presidente, Pedro Castillo-, para pedir que quienes sean candidatos dejen el Ejecutivo, derivará en una salida rápida de Rossi, que ya puso su renuncia a disposición.
El recambio entraña una dificultad particular: Fernández no tenía previsto hacer este cambio, en una cartera sensible en la que el funcionario santafesino se venía desempeñando con eficacia, como quedó demostrado durante el episodio de la “Mesa de Encuentro Liberador General San Martín”, un nucleamiento político de militares restirados de alto rango al que desactivó a menos de 24 horas de haberse lanzado.
Por eso, Fernández debió activar una ronda de análisis de nombres que no tenía previsto. Según circuló la integran Sabina Frederic, actual titular de Seguridad, Daniel Scioli, embajador ante Brasil y Germán Montenegro, ntes de ungir a Rossi en 2019, Fernández había pensado en Germán Montenegro, secretario de Asuntos Militares durante la gestión de Nilda Garré, y ex secretario de Seguridad de Santa Fe.
Sin embargo, con el presidente fuera del país nadie aventuraba confirmaciones de ningún tipo: Ni de nombres y ni tempos para el recambio.
Hoy Rossi fue a su oficina en Defensa con el único objetivo de ordenar sus efectos personales y terminar de pulir cuestiones de gestión para dejar el ministerio ordenado para su reemplazante. El ministro saliente y candidato a senador habló hoy con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero –que viajó a San Juan- y preguntó cuándo se efectivizará su salida, pero no tuvo datos precisos. Lo único que hizo saber el “Chivo” es que el organigrama de funcionarios -muy parecido al que tenía cuando fue ministro de Cristina- “tiene experiencia en la materia y queda a disposición” de la gestión.
diferencia de Defensa, cuyo recambio se precipitó en las últimas horas, Fernández ya tenía más masticado el reemplazo de Arroyo en el Ministerio de Desarrollo Social. Se trata de un ministerio loteado y una de las cajas más grandes del Estado, sobre la que orbitan los distintos factores de poder del oficialismo. Para ese lugar el Presidente quiso a Zabaleta, un intendente propio con muñeca política y experiencia de gestión territorial. Gracias al acuerdo que “Juanchi” cerró con La Cámpora en Hurlingham el último fin de semana, el camino quedó mucho más allanado.
El desembarco de Zabaleta en el edificio de los murales de Evita, sin embargo, no será una misión fácil, con una conflictividad cada vez más palpable en la calle, la demanda de acelerar la conversión de planes sociales en trabajo y las urgencias de la pandemia aún vigentes. El intendente de Hurlingham espera conversar con el Presidente sobre lo que se espera de su gestión, que iniciaría la semana próxima. (DIB)