El presidente Alberto Fernández anunció hoy la inclusión de todos los menores de 14 años en el beneficio de la Tarjeta Alimentar, al encabezar esta tarde en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada la quinta reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre.
«Nada me preocupa más que el hambre de los argentinos», dijo Fernández al anunciar la ampliación del beneficio para incluir «a los niños y niñas de hasta 14 años» y subrayar que el programa «se ampliará a 12.000 pesos para los hogares de más de tres niños».
Así, precisó, «la madre de un hijo cobrará 6 mil pesos; el bono de 9 mil pesos lo recibirán los que tengan dos niños y se incrementará a 12 mil pesos para los que tengan 3 o más hijos», ampliando la edad para poder recibir esa ayuda a «14 años inclusive».
«Vamos a extender la tarjeta con un bono de 12 mil pesos para aquellas madres que tengan siete hijos, que hoy reciben una pensión no contributiva. Vamos a pasar a atender a 4 millones de niños y niñas», resumió Fernández, quien recordó que hasta este momento se cubría a una población de 1,9 millones de niños y niñas.
Para ello, el Estado nacional invertirá 250.000 millones de pesos, un 0,7% del PBI, agregó el Presidente.
Reseñó que la Tarjeta Alimentar la recibían madres de niños menores de 6 años y que muchas de esas personas contaban con la asignación por embarazo y la AUH (Asignación Universal por Hijo), una programa que desde febrero hasta aquí significó para el Estado nacional una inversión de 123 mil millones de pesos, un 0,33% del PBI.
«Muchas veces leo que somos un Gobierno que ajusta, un Gobierno mezquino. Cuando uno ve estas cifras, nuestra vocación por la progresividad es manifiesta», dijo.
Añadió que el Gobierno no descuida lo que ocurrió y por eso amplió «en febrero los montos de la tarjeta Alimentar el 50 por ciento».
La Tarjeta Alimentar se suma a una serie de programas que el Estado nacional ha creado para estos sectores más afectados, con la lógica de «favorecer esa progresividad», indicó el Presidente, quien explicó que el objetivo es «salir de la Argentina de la gran concentración» hacia una «que distribuya mejor sus ingresos».
Fernández alertó que «no hay dinero que alcance para poner en los bolsillos de los argentinos que lo necesitan si siguen aumentando los precios», por lo que llamó a los empresarios a «poner límite» a los ajustes y les pidió «solidaridad», porque dejó claro que «los que menos esfuerzo tienen que hacer» en la situación de Argentina «son los que menos tienen».
El mandatario dijo que no aumentan las tarifas para que no sigan sufriendo los argentinos que menos tienen, mientras los precios de los alimentos siguen subiendo, y remarcó que harán un «nuevo esfuerzo del Estado» como parte del compromiso con los que peor la están pasando, además de agradecer a quienes pagaron el aporte solidario, que es una de las formas con las que se financia la ayuda a los sectores más vulnerables.
Para Fernández, el objetivo es «salir de la Argentina de la gran concentración hacia una Argentina que distribuya mejor sus ingresos hacia más argentinos y argentinas» y puntualizó que se va a «seguir trabajando», haciéndoles también saber a «los acreedores» de la deuda externa que van a tener que «esperar hasta que los argentinos recuperen su dignidad».
Aclaró que el Gobierno seguirá «haciendo el esfuerzo para sacar a los argentinos de la pobreza y el hambre» y preguntó a los empresarios qué «esfuerzo van a hacer para sacar a la Argentina de la pobreza».
«Estamos viviendo un momento singular en Argentina, que es el momento que vive el mundo, la pandemia nos azota de un modo impiadoso.», subrayó el jefe de Estado, y agregó que «cuando el virus encuentra la pasividad de los que gobiernan, arremete, mata a muchos argentinos».
«Cuando llegamos al Gobierno recibimos un país con 53 puntos de inflación, había visto caer a 23 mil pequeñas y medianas empresas, vimos en esos años cómo se prepararon para sobrellevar semejante paliza a los sectores más empobrecidos, en lo que llamamos la economía popular, y cuando nos hicimos cargo con la ilusión que todo podía ser más simple, apareció la pandemia y todo se hizo más difícil», sintetizó.
Aclaró que el Gobierno no cedió «en la lucha contra el hambre, pero la pandemia les complicó la posibilidad de vida a muchos argentinos, que se quedaron sin trabajo porque el negocio o el restaurante dejaban de trabajar».
«Nada me preocupa más que el hambre de los argentinos. Más cuando veo que los chicos y chicas menores de 14 años, seis de cada die están bajo la línea de la pobreza. Siempre recuerdo a alguien que dijo que comer no es alimentarse, es poder darle al cuerpo los nutrientes necesarios. Me preocupa que tengamos semejantes niveles de pobreza entre niños y niñas, porque en esa edad se está formando el hombre del futuro», sintetizó.
«Nosotros siempre nos preocupamos por ver cómo atender la situación de los que peor están. Primero los últimos, sigo pensando lo mismo», destacó Fernández, y ejemplificó la puesta en marcha de la Mesa del hambre, la tarjeta Alimentar, y desde la Administración Nacional de Seguridad Social para que la Asignación Universal por Hijo (AUH) «llegue a más personas» y porque los jubilados «no vean caer sus ingresos».
En ese sentido, el primer mandatario sentenció que «ocurrió lo que siempre ocurre, hay una economía que crece, empieza la disputa por ver quién se lleva la mejor tajada» y admitió que le «apena mucho ver lo que pasa».
«Celebro que los precios de los commodities crezcan, que la carne sea tan valorada, lo que no celebro es que los argentinos paguemos los alimentos lo que pagan los que requieren nuestros alimentos», manifestó Fernández.
«Ahí la puja sectorial tiene que encontrar un límite, tiene que haber un punto» donde pensar «en la gente, en los que necesitan», porque de los contrario el esfuerzo del Estado termina «en el bolsillo de los poderosos», advirtió.
El mandatario destacó el trabajo del ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre quien dijo que «ha hecho un enorme trabajo en ordenar la deuda».
«Esperamos terminar el trabajo pendiente de ordenamiento de la deuda que hemos heredado, pero todos deben saber que nuestra prioridad son esos argentinos», refirió Fernández, y sostuvo que los acreedores «deberán esperar hasta que los argentinos tengan una sociedad que los contenga».
«Yo, como el papa Francisco, creo que la cultura del descarte nos vuelve indecentes e inmorales. En esta sociedad quiero que se abrace a cada argentino y argentina que habite esta tierra. Vamos a seguir ayudando, tendiendo la mano solidaria, para rescatar de la pobreza a los que han caído; para seguir trabajando con los empresarios para que sigan invirtiendo, dando trabajo, ganando lo que razonablemente se puede ganar», argumentó.
(Fuente: La Prensa)