El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, señaló que están “expectantes” ante la baja de casos de coronavirus que se viene dando desde la semana pasada, y subrayó que para septiembre, si avanza la campaña de vacunación, podría comenzar a vivirse una suerte de “normalidad”.
En tanto, sobre la ocupación de camas de terapia intensiva, el ministro indicó que “el impacto del cierre más grande primero se ve en la cantidad de casos y en unos 10 días en los hospitalizados”.
Respecto a la vacunación, subrayó que “hay un 50% de la masa crítica que se quiere vacunar inoculada”, pero a su vez resaltó como dato positivo que “los trabajadores de la salud no se están contagiando”. Asimismo, adelantó que es probable que a fin de mes “personas menores de 40 años con comorbilidades que se hayan vacunado ya estén vacunadas con una dosis”.
El ministro indicó que “con medidas fuertes durante períodos cortos se puede ganar tiempo para vacunar, pueden ser medidas que coincidan con semanas en las que hay feriados”, por lo que “puede llegar a haber otra mecánica de restricciones como la que se hizo hasta ahora”. En tanto, expresó que “todo está por verse” y reflexionó que “si hay que hacer un cierre fuerte antes de tener el 60% de la población vacunada habrá que hacerlo”.
“Pfizer no le cumplió a nadie”
Sobre el debate generado por la falta de resolución en el contrato con la farmacéutica Pfizer, Gollan dijo que “deviene una discusión abstracta, ya que se trata de un laboratorio que se comprometió en millones de dosis y no le cumplió a nadie”.
En esa línea, añadió que “el problema no es de la Argentina, salió un proyecto de ley por unanimidad votado, la Ciudad de Buenos Aires cuando se habilitó a comprar vacunas también se se puso la palabra ‘negligencia’”, señaló sobre el punto central de la discusión. “No poner la negligencia, aunque quizá el laboratorio no tiene la voluntad maliciosa de hacer fraude, no conviene, porque puede ocurrir, porque puede cortarse la cadena de frío, o precipitarse, pero el daño económico o en la salud es responsabilidad de la empresa”, explicó, y se preguntó: “¿Hasta dónde uno puede decir ‘voy a dejar que un laboratorio haga lo que quiera, lo que se le antoje, violando una ley?”.
Más allá del problema contractual que produjo un debate político a nivel nacional entre oficialismo y oposición, el ministro insistió en un punto no menor: la efectividad de la vacuna de Pfizer ante las nuevas variantes del SARS-CoV-2.
“Voy a insistir una cosa: las vacuna ARN mensajero son tan específicas para la cepa original, que pueden tener faja efectividad con las variantes nuevas, lo voy a decir una y otra vez”, sentenció Gollan.
“Es un problema que se puede resolver perfectamente, pero implica hacer renovaciones de la vacuna para cada vez que aparece una variante”, agregó, y precisó: “Hay muchas de las cepas nuevas que estás burlando la eficacia de las vacunas ARN, me lo ha dicho un investigador que estaba en el desarrollo de la vacuna Curevac, y es algo muy esperable en la vacunas de las ARN mensajero”.
Sobre la vuelta a una posible normalidad en septiembre, el ministro fue optimista, aunque lo vinculó a la cantidad de vacunados y a los cuidados que mantengan las personas. “No quiere decir que el problema se haya terminado”, concluyó. (DIB) ACR