Los restos provienen de un objeto que pareciera ser un meteorito, que se estrelló en la costa de Papúa Nueva Guinea en 2014.
Un equipo de científicos dirigido por el profesor de física de Harvard, Abraham Loeb, aseguró que se encontraron 700 esferas metálicas diminutas en el fondo del Océano Pacífico que procederían del espacio interestelar, es decir, con un origen por fuera del Sistema Solar. Asimismo, no descartaron que se trate de partes de una nave alienígena.
Los restos provienen de un objeto que pareciera ser un meteorito, que se estrelló en la costa de Papúa Nueva Guinea en 2014.
El análisis de la composición de las esférulas fue realizado por Stein Jacobsen y su equipo del laboratorio de cosmoquímica de la Universidad de Harvard. El estudio determinó que algunos de los contienen “abundancias extremadamente altas” de una composición de elementos pesados. En ese sentido, los investigadores del equipo indicaron que se trata de berilio, lantano y uranio, etiquetada como composición “BeLaU”, junto con un bajo contenido de elementos que se unen al hierro, como el renio, uno de los compuestos más raros que se encuentran en la Tierra.
“El patrón de abundancia de BeLaU encontrado en las esférulas de IM1 podría haberse originado a partir de un océano de magma planetario altamente diferenciado”, apuntó el estudio, que dio la vuelta al mundo. Loeb apuntó que los fragmentos podrían haber sido expulsados de supernovas o fusiones de estrellas de neutrones debido a que la combinación de BeLaU tiene una “sobreabundancia de elementos pesados”.
“Es un descubrimiento histórico ya que los seres humanos han puesto sus manos por primera vez en materiales procedentes de un gran objeto que llegó a la Tierra desde fuera del Sistema Solar”, escribió Loeb en un post de Medium.
Las conclusiones del hallazgo aún son prematuras, y el estudio publicado por el equipo de Loeb todavía debe ser revisado por pares de la comunidad científica. (DIB) ACR