Mañana, domingo 26 de enero, se celebra como hace 45 años, el Día Mundial de la Educación Ambiental, que busca sensibilizar a las personas con respecto a las problemáticas ambientales de su entorno, para que puedan proteger y brindar soluciones a las mismas.
Durante muchos años se vio al ambiente como una fuente inagotable de recursos, pero hoy en día se reconoce que existe un delicado equilibrio entre el entorno y el hombre. Por ello, si éste no toma conciencia de sus actos puede acarrear graves consecuencias para todos los habitantes del planeta.
Esta efeméride tiene su origen en 1975, año en que se celebró en Belgrado (capital de la República de Serbia), el Seminario Internacional de Educación Ambiental donde participaron expertos de más de 70 países.
En este evento se establecieron los principios de la Educación Ambiental en el marco de los programas de las Naciones Unidas y como resultado se publicó la Carta de Belgrado, en la cual se plasman las reivindicaciones fundamentales de la Educación Ambiental con el fin de crear conciencia en todas las personas sobre la importancia de cuidar el ambiente, de proteger la flora y la fauna de sus localidades y sumarse a las iniciativas mundiales.
En este sentido, educar en valores y actitudes que contribuyan al cuidado de nuestro entorno, no es privativo de las instituciones escolares, también depende de cada uno.
Los principales objetivos del Día Mundial de la Educación Ambiental apuntan a que las personas tomen conciencia y se sensibilicen con respecto a los problemas ambientales de su entorno, para que puedan buscar, proteger y brindar soluciones a los mismos; educar a la sociedad para que entiendan qué es el ambiente, su importancia y el delicado equilibrio que existe entre hombre y naturaleza. Asimismo, ayudar a los grupos sociales a desarrollar las habilidades necesarias para buscar soluciones a los problemas ecológicos de su entorno inmediato. Llevar las estadísticas de la realidad en materia ambiental y enseñarles a las personas a evaluar la evolución del proceso, bien sea para evidenciar la mejoría o detectar una problemática, incentivar la participación de la sociedad en la búsqueda de soluciones a los problemas del medio ambiente y a que ellos tienen el deber de exigirles a los gobiernos que tomen medidas.