La Unión Industrial Argentina (UIA) consideró hoy que la sanción del proyecto de reforma de la alícuota de Impuesto a las Ganancias para empresas puede afectar “la actividad económica en general y a la industria en particular”, con un impacto negativo “sobre el empleo formal, la creación de valor y la producción en todo el país”.
En un comunicado, la UIA sostuvo que el proyecto de ley -que ya obtuvo dictamen de mayoría durante la víspera en un plenario de comisión de la Cámara baja- establece una serie parámetros que “perudica al sector industrial de todo el país y al proceso de recuperación económica”.
Puntualmente, la entidad fabril señaló que, de aprobarse la iniciativa, se profundizarían una serie de problemáticas, entre las que se encuentran “una presión tributaria elevada que supera el 40% sobre el sector formal y una alícuota a la reinversión de utilidades alta (del 30% frente al 25% promedio en el resto de América Latina y Caribe)”.
Además, debido a que “el financiamiento al sector privado es el más bajo de la región, alcanzando el 10,8% sobre el PIB frente al 55,7% del resto de América Latina y el Caribe, las ganancias no distribuidas son una de las fuentes principales de inversión empresarial en Argentina”.
“Sería la cuarta modificación de este impuesto en los últimos 10 años e implicaría un incremento de 10 puntos de la alícuota (del 25% a 35%). Ambos factores hacen imposible la planificación para toda empresa y la previsibilidad de la economía”, agregó la entidad fabril.
El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento el 9 de abril modifica el texto original presentado a mediados de marzo, con un nuevo esquema de alícuotas escalonadas compuestas de tres segmentos en función del nivel de ganancia neta imponible acumulada de cada sociedad.
La iniciativa establece un primer escalón de 25% para ganancias netas acumuladas de hasta $5 millones, una alícuota que no sólo abarcará a las pymes sino también a la mayoría de las medianas empresas.
El segundo escalón -de 30%- es para ganancias netas acumuladas de más de $5 millones y hasta $20 millones, y un último segmento de 35% para ganancias netas acumuladas superiores a $20 millones.
Los dividendos distribuidos pagarán en todos los casos la alícuota de 7%, a través del impuesto cedular vigente.
Como respuesta, la UIA indicó que “genera una presión tributaria adicional de $320.821 millones, de los cuales $96.246 millones provienen de la industria” y las empresas que verán incrementada la alícuota al 35% “representan 76% del empleo formal, 87% de la masa salarial y 80% de la recaudación de este impuesto”.
“Reducir la alícuota para las micro y pequeñas empresas es necesario, pero esto debe ocurrir en conjunto con un paquete de competitividad más integral (financiero, laboral, tributario)” que “incentive las inversiones, promuevan la producción, fomente la agregación de valor y genere empleo formal”, concluyó la entidad gremial empresaria. (DIB)