Pensar Chascomús, proyectar el paisaje
Semanas atrás, en el Palacio Municipal, tuvo lugar la presentación de los trabajos de la Maestría Paisaje, Medio Ambiente y Ciudad, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
En el marco de convenio entre la UNLP, el Municipio y la Delegación del Distrito 1 del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBAUNO), se llevó adelante este cierre del Taller Pensar Chascomús, Proyectar el Paisaje, siendo el primer trabajo en exponerse el denominado Infraestructura Verde, apuntado a la reutilización de la vieja traza del ferrocarril.
Este trabajo hizo su foco en las tierras sin uso que quedaron por donde circulaba el ferrocarril antes de su modificación hace unos años.
La propuesta se desarrolló partir de un análisis urbano, morfológico de la ciudad considerando el lugar y tamaño que tiene este espacio “vacío” y la importancia que tiene con respecto a la ciudad.
A través de varios planos en donde se aprecia la jerarquía de este espacio y el peso que tiene en relación a la ciudad, se tomó, de esta vieja traza, un sector que va desde la vieja estación hasta la intercepción de las vías con la Avenida Alfonsín (ex Lastra).
A su vez, este sector se dividió en tres. El sector de la vieja estación, el sector cercano al Club Atlético en cada una de sus puntas y un sector conector entre ellos.
Cada uno de estos sectores se trató de forma diferente en cuanto a sus funciones y equipamiento, pero lo interesante de la propuesta radicó en la continuidad y complementación de todo el espacio.
En el sector de la vieja estación se hizo foco en la reutilización de los edificios existentes con fines culturales y turísticos, haciendo incorporación de los espacios por detrás de la estación y también el dialogo urbano con la plaza.
En la otra punta del sector, se apuntó a desarrollar un espacio de esparcimiento de escala barrial que pudiera incorporar la relación con el Club Atlético, equipándolo con juegos y sectores de descanso, logrando una gran plaza.
Estos dos polos fueron conectados con el corredor al que se lo pensó con un equipamiento urbano dentro de un diseño que recupere flora autóctona y la utilice para crear diferentes espacios todos unidos por una circulación peatonal y de bicicletas. Agregando dentro de este equipamiento urbano, pequeños locales que pudieran brindar servicios comerciales y gastronómicos.
La seriedad del trabajo, tanto para el análisis de la ciudad como para la propuesta a nivel de idea, disparó una serie de preguntas entre los presentes que no hizo más que reconocer la importancia del tema puesto en discusión a escala urbana de nuestra ciudad.