En el municipio
Si bien aun no hay fecha oficializada, es inminente que el gobierno convoque a la reunión de la mesa del salario, para comenzar a negociar con los tres gremios municipales (ATE, UPCN y el STMCh). Tanto María Alicia Barletta de ATE como Mercedes Roldán del STMCh confirmaron a este diario que el secretario de Gobierno Cipriano Pérez del Cerro, les adelantó informalmente que esto ocurrirá en los próximos días.
Uno de los puntos que podría marcar una diferencia entre las partes, sería el tiempo de vigencia del acuerdo al que eventualmente se acceda. Es que las dos sindicalistas adelantaron a este diario que sus entidades pedirán que el posible acuerdo de aumento salarial tenga vigencia sólo hasta el mes de julio inclusive, y no hasta septiembre como se dio el año anterior. Esto obligará a una segunda negociación, en el inicio del segundo semestre del 2018.
“Voy a sentarme a escuchar la propuesta que traiga el Departamento Ejecutivo”, señaló Barletta, quien agregó en diálogo con este diario que “… Hay que tener en cuenta que hubo una inflación del 24% durante el 2017; creo que más allá de lo conseguido el año anterior, hemos perdido poder adquisitivo como trabajadores”.
Los gremios exigirán además que se mantenga la cláusula gatillo, que permite una revisión de lo acordado en función de los índices inflacionarios que se den en los próximos meses, y que de hecho se aplicó recientemente, en virtud de lo acordado en el 2017.
La situación económica del grueso de los trabajadores municipales es en la práctica acuciante, teniendo en cuenta que en función de los índices que difunde oficialmente el Indec, buena parte de ellos se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Algunas estimaciones indican que el veinticinco por ciento de los empleados están comprendidos en las categorías menores, lo que les permite hoy percibir un salario básico como trabajador ingresante (realizados los descuentos de ley), de unos $ 8.500 pesos en promedio: “… pero además, es bueno que los vecinos sepan que esos empleados municipales, en la práctica no cobran ni por asomo ese monto, porque están endeudados con la tarjeta de crédito o con préstamos, tomados ante la imposibilidad de llegar a fin de mes”, explicó Barletta.
Desde los gremios se indicó además que febrero es particularmente un mes complicado, en el que tal vez como nunca antes “… hubo casos de compañeros que cobraron su sueldo de enero, y el mismo día de cobro tuvieron que venir a pedir el vale de proveeduría y de pollería. Eso es una prueba evidente que el salario no les alcanza para la comida”, graficó Barletta.
La realidad del tercero de los gremios que participará de la negociación salarial (UPCN) pareciera ser diferente, siendo en principio el sindicato más afín a la gestión del intendente Javier Gastón, y que se presume podría mostrar en la mesa salarial, una vocación por alcanzar un acuerdo directo, en los términos que proponga el secretario de Gobierno Cipriano Pérez del Cerro.
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