Intersección de la Avda. Costanera y Escribano: Ni rotonda, ni autorizada

Vialmente una rotonda consiste en una plazoleta que tiene una vía circular a su alrededor en la cual empalman otros caminos o calles.
Las rotondas minimizan el riesgo de accidente ya que fuerzan a reducir la velocidad por su propio radio.
El Municipio informó al respecto que se dio inicio a la obra del anillo de circulación que conforma la “rotonda”, en el espacio central de Avenida Costanera Pedro Urruty y Escribano.
La realidad indica que lo que se construye no es una rotonda, ya que obliga a girar a su alrededor a quienes circulan por la Avda. Costanera, que es la arteria principal dado que la Avda, Escribano culmina en ese cruce, permitiendo continuar en forma recta al carril norte de esta última calle, lo que origina un punto inseguro de conflicto.
El carril sur de acceso a Escribano no deja de ser una curva normal, que tampoco se percibe como rotonda.
En los hechos esto se materializa en que se pierde el rol principal, que es el de regular la velocidad:
Si obliga a reducirla, fundamentalmente a quienes circulan por la Avda. Costanera hacia el norte, pero su radio pequeño la transforma más en un obstáculo que en un cruce seguro.
Respecto a la continuidad de su ejecución, desde la Comuna se ha resaltado que su construcción prevé la utilización de materiales flexibles, sin necesidad de levantar el pavimento original, con un sistema reductor de velocidad y el trazado de sendas peatonales, recomendando transitar por ese tramo, con suma precaución.

Sin autorización
Hay otro aspecto conflictivo que vale destacar, es que nuevamente, como sucedió con lo construido en la plazoleta del Edificio del Turista, el Ejecutivo Municipal lleva adelante una obra no autorizada por el Concejo Deliberante, sin que desde el mismo surjan voces que lo adviertan.
Decíamos ayer en una nota referida a la pretendida mano única de la calle Alvear desde la Avda. Lastra a la Avda. Escribano, que en noviembre del año 2016 se promulgó la ordenanza 5028/16, que fijo sentidos de circulación de las calles de la ciudad, los estacionamientos en las arterias y obras viales consideradas necesarias en ese momento.
La rotonda en la intersección de Costanera y Escribano aparecía dentro de esas obras, pero por el artículo 19 de la citada norma,  que expresa que se “…se establece como plazo máximo para la implementación de los cambios operados en los artículos precedentes hasta el día 31 de diciembre de 2020”, su autorización quedó anulada, ya que recién ahora se hacen los trabajos.
Concretamente no se cumple con lo vigente ya que no cuenta con ordenanza actualizada aprobada por el Cuerpo Deliberativo.
El Ejecutivo continúa gobernando “por decreto” sin que nadie diga nada.