Kicillof empieza a renegociar la deuda: Se oficializó el inicio del diálogo con acreedores privados externos

Tal como lo adelantó el gobernador el mismo día de su asunción, la Provincia confirmó el inicio del proceso de consulta con acreedores para lograr tener una estructura de deuda sostenible anclada en la voluntad de cumplir con los compromisos que deja la gestión de Cambiemos.
“Vamos a entablar inmediatamente un dialogo con los acreedores”, dijo en su discurso de asunción como gobernador, Axel Kicillof, al referirse a la crítica situación de deuda que deja el gobierno de María Eugenia Vidal. En este sentido, dejó en claro que la nueva gestión busca tener una estructura de deuda sostenible anclada en la voluntad de cumplir con los compromisos heredados.
La promesa de campaña, ratificada aquel miércoles 11 de diciembre frente a la Asamblea Legislativa, se oficializó este viernes con el anuncio del inicio de un proceso de consulta con acreedores privados externos.
Según detalló el gobierno bonaerense, el proceso se inicia sobre la base de la “buena fe”, y con miras a definir medidas tendientes a asegurar la sostenibilidad de la deuda pública provincial. “El proceso de consulta anunciado se enmarca en las medidas contempladas por la Provincia para atender a la emergencia social, económica, productiva y energética en la provincia de Buenos Aires”, una emergencia provincial que se produce, a su vez, en el marco de la “grave crisis que afecta a la República Argentina, y requiere de soluciones de largo plazo”, informó la Provincia mediante un comunicado.
Asimismo, la Provincia manifiesto su “compromiso genuino de voluntad de pago” y “confía que las consultas con sus acreedores privados darán inicio a un diálogo constructivo, con importantes aportes a la solución de los problemas cuya persistencia socavan tanto las oportunidades de crecimiento como su capacidad de pago”.
De cuánto es la deuda heredada
Cabe recordar que tras asumir como gobernador, Axel Kicillof fue muy duro con el aumento de la deuda durante la gestión de Vidal y aseguró: “Los datos oficiales muestran que la deuda pasó de ser US$ 9.362 millones a ser de US$ 11.263 millones”. Tal como detalló este portal, los números coinciden con el informe publicado en septiembre.
Sin embargo, la gestión de Vidal publicó un nuevo informe preliminar con datos más actualizados que muestran el avance de la deuda. Según el informe trimestral publicado por el ministerio de Economía de la PBA, al 30 de noviembre de 2019 el stock de deuda de la Provincia alcanzó los 643.572,7 millones de pesos, equivalente a 10.737 millones de dólares, mientras que proyecta que al 31 de diciembre de 2019 la deuda pública se ubicará en torno a los 10.711 millones de dólares. Es decir, un descenso anual de 1.873,1 millones de dólares.
Ahora bien, una vez más, al evaluar la deuda en pesos teniendo en cuenta la gran devaluación del corriente, se observa un incremento considerable. Del stock de 474.419,3 millones de pesos en diciembre de 2018, se pasaría –según la proyección oficial- a tener un stock de 674.794,7 millones de pesos, es decir, un incremento de 200.375,4 millones de pesos.
Además, el informe muestra por primera vez una denominada “deuda flotante” que refleja la diferencia del gasto comprometido y el efectivamente pagado. “La Provincia estima que a la fecha de este informe existe una deuda flotante (aún no registrada) por el equivalente a unos USD 449 millones”, describe el documento.
Así entonces, el flamante gobernador deberá atender una serie de compromisos para cancelar durante 2020 a raíz de la deuda que contrajo la provincia de Buenos Aires. De hecho, deberá pagar US$ 2.705 millones de los cuales US$ 725 millones vencen en enero y una consultora estimó que será “casi inevitable” que se renegocie.
De hecho, un documento elaborado por la consultora Elypsis, estimó que se debería sostener un superávit primario de 4,7% del PBI desde 2020 para cumplir, algo “casi imposible”. Por ese motivo, sostuvo que “la renegociación es casi inevitable y «deberá extender el plazo para los vencimientos de capital y compatibilizar la capacidad de pago con el cronograma de pagos”.