El gobernador estuvo en la Plaza y concentró los cruces políticos del Gobierno de Milei. «Está dando una seña muy clara», dijo su ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis.
Axel Kicillof se mostró hoy en la Plaza de los Dos Congresos durante el paro de la CGT y las dos CTA contra el DNU y la Ley Ómnibus. Fue una movida compartida con intendentes del Conurbano y ministros de su gabinete que lo posiciona como uno de los principales dirigentes del ala política del peronismo en la construcción de un polo de oposición al gobierno de Javier Milei. Pero a la vez lo combinó con una señal fuerte de que la gestión será su norte en los próximos meses, para lo que eligió una alusión al combate a la inseguridad a pocos días del crimen de la pequeña Uma.
Kicillof llegó poco antes de que comience el acto a la Plaza en una combi, después de que desde el gobierno nacional le apuntaran directamente. Los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Economía, Luis Caputo, oficiaron de portavoces de esa movida. “Me gustaría que estuviese trabajando” en vez de protestando, dijo la primera. “Nunca estuvo tan claro que se trata de un paro político”, señaló el segundo, para quien que Kicillof haya participado de les protestas es una “prueba” de eso.
Como había adelantado DIB ayer, el gobernador reguló la intensidad de su aparición: no habló con la prensa –a su lado, sorpresivamente, apareció el periodista Roberto Navarro- ni fue orador del acto. Su ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, fue uno de los encargados de ponerle palabras a ese desafío: “Nadie va a decirnos dónde tenemos que estar (…) Axel va a estar siempre defendiendo estos derechos”, dijo en relación con el sentido de la presencia del Gobernador en la Plaza.
La señal también es potente hacia la interna del UxP: ocurrió, por caso, el mismo día en que su par de Tucumán. Jaldo, decidió romper la bancada de esa fuerza en la cámara Baja luego de que los diputados que le responden apoyaran el dictamen impulsado por el oficialismo favorable a la Ley Ómnibus, que podría tratarse mañana. Tampoco hubo presencias significativas de dirigentes del otro extremo de arco ideológico del peronismo. No se vio, por caso, a Máximo Kirchner ni a otros popes de La Cámpora.
Por eso Katopodis fue claro: Kicillof “está dando una señal muy clara de que en la provincia de Buenos Aires hay otro modelo y camino, se votó otra cosa y eso es lo que queremos poner en discusión en esta Plaza”, dijo. Con Kicillof también estuvieron su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, principal espada política del bonaerense, la titular de Comunicación, Jésica Rey y la de Hábitat Silvina Batakis; además de la vicegobernadora Verónica Magario. Entre los intendentes sobresalieron Fernando Espinoza (La Matanza) y Jorge Ferraresi (Avellaneda).
Son solo algunos de los presentes cerca del mandatario provincial, con el que eligió mostrarse en una jornada que podría funcionar como un parteaguas político en la primera etapa del gobierno de Milei. Su presencia lo transformó así en el representante más importante del ala política del peronismo opositor -más allá de gremios y organizaciones sociales- en pisar el suelo de la protesta. Cristina Fernández y Sergio Massa no se dejaron ver por caso, y el resto de los gobernadores.
Kicillof mantuvo de todos modos cautela respecto de su exposición. Como si con su presencia fuese suficiente: no avanzó en declaraciones y se ocupó de dejar trascender una actividad de gestión relacionada a la jornada. Estuvo en Puente 12, la base de la Policía Bonaerense que armó Sergio Berni en el Conurbano. El motivo oficial de esa presencia? Analizar los opertativos de los últimos días. No parece causal que ocurra en la misma semana en que el crimen de la niña Uma, de 9 años, ultimada a balazos por ladrones en Lomas de Zamora el lunes por la mañana.
DIB viene informando que Kicillof hará equilibrio entre su perfil de opositor político duro y su decisión de llevar de cerca del día a día de la gestión. La idea es “acompañar” desde ese lugar a los ciudadanos bonaerenses y evitar el confrontamiento permanente con Milei. “Va a elegir los ámbitos y las ocasiones”, dicen en su entorno. La idea es evitar que el Presidente le maque los tiempos políticos.
Todo ocurre en medio de una iniciativa de reforma inédita impulsada por Milei por su profundidad, que quiere imponer en tiempo récord en el Congreso y también con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU 70), cuya constitucionalidad fue cuestionada. (DIB) AL