Desde el Ministerio de Seguridad adelantaron las medidas de restricción para evitar la suba de contagios de coronavirus. “Siempre presto atención a los reclamos, pero hay que ser muy cuidadosos”, agregó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo
La imagen es recurrente en las últimas semanas, a pesar del avance de la segunda ola de coronavirus y la emergencia del sistema sanitario: grandes grupos de personas que reclaman frente al ministerio de Desarrollo Social, o en la sede de Trabajo, ambos en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires, por asistencia alimentaria y salarial. Hace dos días, organizaciones sociales y movimientos de izquierda bloquearon el tránsito en la avenida 9 de julio durante más de 10 horas.
“No vamos a permitir movilizaciones que entren en bloque a la Ciudad , señaló Gabriel Fuks, secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad. “Es un tema complejo, nos lleva varias horas por día.Les estamos pidiendo a las organizaciones una responsabilidad. El derecho a la protesta está vigente, la constitución está vigente, no hay estado de sitio, pero lo que no se puede es no cumplir lo que cumplen otros ciudadanos, y esto vale para una protesta piquetera o para Patricia Bullrich en las murallas de Olivos en su grito libertario”, indicó el funcionario a radio Futurock.
En sintonía, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, indicó que “no es tiempo de movilizaciones ni de amuchamiento de gente en las calles; todos vemos cantidad de casos (de Covid-19), de gente que se ha reinfectado”. “Siempre le presto atención a los reclamos, tienen que ver con asistencia alimentaria y nosotros reforzamos todas las partidas, y con mucha gente que se quedó sin ingresos, pero es tiempo de ser muy cuidadosos”, planteó.
En este sentido, el funcionario aseguró el Gobierno “tiene diálogo todo el tiempo” con las organizaciones sociales, pero advirtió que “los barrios populares están muy mal, y no hay gente que no conozca a alguien que la pasó mal”.
Por otro lado, y en diálogo con radio La Red, se refirió a las nuevas medidas de restricción que anunciará el Gobierno en las próximas horas. “Está claro que no es el esquema de abril, mayo y junio del año pasado, que fue de cierre completo de la actividad; ahí claramente la pobreza se fue al 47% y subimos a 11 millones las personas que recibieron asistencia alimentaria. No es esa situación, pero sí es una situación crítica”, indicó.
Ayer, el presidente Alberto Fernández mantuvo una charla virtual con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y 11 gobernadores del centro y sur del país, en donde ratificó la necesidad de reducir la circulación de personas para bajar los números de contagios. Por estas horas, las máximas autoridades nacionales evalúan la continuidad de las medidas vigentes (mañana vence el DNU presidencial) y, sobre esa base, sumar más controles en el transporte público y reducir algunos puntos de acceso a la ciudad de Buenos Aires.
Antes de este encuentro, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, consensuó con el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, dónde focalizar las nuevas restricciones para contener el impacto del rebrote de coronavirus. En ese encuentro se coordinó unificar las denuncias e intensificar la revisión de permisos.
En líneas generales, tanto Casa Rosada como el gobierno porteño trabajarán en la unificación de las líneas de denuncias 911 y 134: los dos sistemas funcionan como dispositivos de alerta temprana por incumplimiento del DNU. La intención es articularlos y cruzar la información de los registros para dar una respuesta rápida ante las infracciones sanitarias.
También en intensificar los controles en transporte público y privado para el personal esencial y exceptuado. El objetivo es “optimizar los controles vehiculares y de transporte de pasajeros” y encauzar la circulación en los controles ya establecidos.
Además, en la mesa de trabajo se puso en consideración reforzar los dispositivos policiales en los ingresos junto a los centros de transbordo de la Ciudad y, eventualmente, establecer el cierre de algunos ingresos a la Ciudad de Buenos Aires, puntualizando sobre el horario de nocturnidad. La medida es similar a la adoptada en las fases más restrictivas de 2020, cuando se cerraron algunas bajadas de la avenida General Paz para redirigir el tránsito hacia los puestos de control policial.
En cuanto a las protestas callejeras, el acuerdo es evitar que los manifestantes ingresen a pie en la Ciudad, e impedir bloqueos en accesos neurálgicos como el Puente Pueyrredón. Todas estas medidas deberán ser oficializadas por el Presidente entre hoy y mañana. (Fuente: Infobae)