La Argentina se abstuvo de condenar a Nicaragua por las violaciones a los derechos humanos y masivos arrestos de dirigentes opositores cometidos por la gestión de Daniel Ortega, durante el tratamiento de un proyecto de resolución en la Organización de Estados Americanos (OEA). La condena fue aprobada por 26 países, entre ellos Estados Unidos, Brasil, Chile, Colombia y Perú, y exigió «la inmediata liberación de los precandidatos presidenciales y de todos los presos políticos» en Nicaragua. En cambio el gobierno de Alberto Fernández se abstuvo junto a Belice, República Dominicana, Honduras y México. Por su parte, votaron en contra Nicaragua, Bolivia y San Vicente.
«No estamos de acuerdo con los países que, lejos de apoyar el normal desarrollo de las instituciones democráticas, dejan de lado el principio de no intervención en asuntos internos, tan caro a nuestra historia. Tampoco con la pretensión de imponer pautas desde afuera o de prejuzgar indebidamente el desarrollo de procesos electorales», sostuvo la Argentina en un comunicado conjunto con México.
No obstante, en el inicio del comunicado, Argentina y México manifestaron «su preocupación por los acontecimientos ocurridos recientemente en Nicaragua».
«Especialmente, por la detención de figuras políticas de la oposición, cuya revisión contribuiría a que el proceso electoral nicaragüense reciba el reconocimiento y el acompañamiento internacional apropiados. Hemos sido testigos, en varios países de la región, de casos inadmisibles de persecución política. Rechazamos esta conducta», plantearon.
Y finalizaron: «Expresamos nuestra disposición plena para colaborar constructivamente. Estamos convencidos de que esta situación será superada por las y los propios nicaragüenses, resguardando la convivencia pacífica, la división de poderes, el respeto a las minorías, las garantías constitucionales y, en general, el pleno respeto de todos los derechos humanos».
La postura de la Argentina, al igual a lo sucedido con el voto en la ONU para investigar a Israel y Hamas por lo sucedido en la Franja de Gaza, volvió a dejarla en un lugar diferente al de sus socios del Mercosur, Brasil, Paraguay y Uruguay. Nicaragua, en tanto, condenó enérgicamente la injerencia del organismo multilateral, y acusó a Estados Unidos de desplegar una «política intervencionista». En las últimas semanas, las autoridades nicaragüenses ya arrestaron al menos a 13 figuras de la oposición, de cara a las próximas elecciones presidenciales.
(Fuente: La Prensa)