Horas antes de que Independiente se juegue la clasificación en la Copa Sudamericana, barras del equipo de Avellaneda se enfrentaron con la Policía. Según informaron fuentes del caso, hay 163 detenidos.
El Rojo será local en Avellaneda ante Ceará de Brasil a las 21.30, y según se pudo ver en videos que subieron testigos en las redes sociales, en los alrededores de la cancha se escucharon detonaciones.
En las imágenes se ven a varios integrantes de la barra de Independiente tirando piedras y enfrentándose con empleados del club y policías, que respondieron con balas de goma.
La interna que vive la barra brava de Independiente viene desde hace un tiempo y mantiene en alerta al mundo del “Rojo”. En el club, en las autoridades del Municipio y también en la ApreVIDe.
Hay otros dos bandos que son los principales: el de Juani de Gerli (Juan Ignacio Leczniki), y el de Pablo Bebote Álvarez al frente, con su bando denominado “Los Diablos Rojos”.
Hay un grupo (Somos Nosotros) cuyo líder es el Loquillo Rodríguez, quien fue detenido hace unos partidos atrás por intentar ingresar con carnets prestados o apócrifos, con gente que tenía derecho de admisión.
El jueves pasado, en el partido que Independiente goleó 4-0 a La Guaira, la barra armó un intimidante operativo “bozal” en las tribunas del Libertadores de América.
Mientras todavía no se sabe cuándo se realizarán los postergados comicios para elegir a las nuevas autoridades del club (el mandato de la actual conducción venció en diciembre de 2021), un sector de la masa societaria de Independiente continúa exigiendo la inmediata salida de la Comisión Directiva y un urgente llamado a elecciones.
Durante el partido algunos intentaron manifestarse públicamente en el Libertadores de América, pero se encontraron con una poco amigable invitación a no hacerlo.
Un grupo de socios y simpatizantes había hecho una convocatoria para expresar su desacuerdo con la dirigencia antes del encuentro en el estacionamiento ubicado detrás de la platea Arsenio Erico.
Cuando se habían disputado 30 minutos del primer tiempo del encuentro, un grupo de alrededor de 30 personas, aparentemente integrantes de una de las facciones de la barra brava del Rojo, ingresó a la Erico baja y se ubicó justo detrás del banco de suplentes local, aunque no mirando hacia el campo de juego, sino hacia los asientos de los espectadores.
Una situación similar se produjo (aunque con un puñado de hinchas menos numeroso) en la platea Ricardo Bochini baja. Según indicaron a Clarín simpatizantes que estuvieron en el estadio, el objetivo era claro: intimidar y evitar que hubiera manifestaciones públicas contra la Comisión Directiva.
Independiente necesita una victoria por al menos dos goles de diferencia para meterse en los octavos de final de la Copa Sudamericana, en un partido que marcará el final del grupo G.
El “Rojo” suma 12 unidades en el certamen y tiene +11 de diferencia de gol, al tiempo que Ceará cuenta con 15 puntos y +14.
En consecuencia, el conjunto de Eduardo Domínguez, que no contará con el ecuatoriano Juan Cazares por tener coronavirus, deberá ganar por al menos dos goles para acrecentar la diferencia de tantos y disminuir la de su rival.
El único antecedente entre ambos se dio en la primera fecha cuando Independiente comenzó arriba por 1 a 0 pero terminó con una derrota (2-1), que lo obligará ahora a obtener este resultado para continuar en el certamen. (DIB)