En el contexto de pandemia por Covid-19 la bicicleta se erige como un medio de transporte que puede contribuir a la mejora de la salud, la economía y la descongestión del tránsito.
El uso de la bicicleta está indicado para personas de todas las edades y especialmente para aquellas con dolencias en la espalda y las articulaciones, ya que no implica sufrir impactos, como sí ocurre en otros deportes en los que hay saltos.
Cabe destacar que la bicicleta demanda mínimos costos de mantenimiento que no se comparan con el uso de otros medios de trasporte.
La práctica del pedaleo potencia el sistema inmunológico, mejora el riego sanguíneo, reduce los niveles de colesterol, incrementa la fuerza del corazón y la capacidad pulmonar, fortalece los músculos y mantiene la densidad de los huesos.
Asimismo, mejora la salud mental ayudando a despejar la mente, a disfrutar del paisaje y a mantener el distanciamiento social recomendado.
Es importante tener en cuenta que al circular en bicicleta es fundamental hacerlo de manera segura utilizando el casco homologado de talla adecuada, sujeto correctamente y se recomienda no usar auriculares ya que distrae la atención.
Asimismo, es aconsejable vestir ropa clara, chaleco reflectivo y tener instalado en la bicicleta, ojos de gato o luces intermitentes. De esta manera, la bicicleta se convierte en un medio de transporte sencillo de manejar, rápido, económico y que se puede estacionar en espacios reducidos.