Tras la aprobación por 129 a 125 votos
Tras una maratónica sesión que comenzó a las 11,24 del miércoles, los legisladores dieron media sanción al proyecto que ahora será debatido por la Cámara alta – Cuatro legisladores cambiaron su voto a último momento, fueron los pampeanos Melina Delú y Ariel Rauschenberger (PJ), el puntano José Riccardo (UCR) y el fueguino Carlos Roma (PRO).
La Cámara de Diputados giró al Senado el proyecto de legalización del aborto, tras una sesión de más de 23 horas que concluyó con su aprobación en general, ayer por la mañana, por 129 votos a favor y 125 en contra, con una abstención, , en medio de los aplausos de los legisladores que impulsaron el proyecto.
Luego se discutió en particular la iniciativa, momento en que se incluyó la creación de una comisión bicameral que controlará el funcionamiento de esta ley, si finalmente es aprobada por la Cámara alta.
La sesión fue seguida desde el exterior por miles de personas, en su mayoría mujeres, que se instalaron a los costados de la plaza del Congreso, unas embanderadas con el pañuelo verde a favor del aborto y otros con el celeste que lo rechaza, y palpitaron minuto a minuto las proyecciones que llegaban del recinto.
Para los diputados que trabajaron en pos de la aprobación del proyecto el triunfo tomó mayor valor ya que hasta hace un día los sondeos marcaban una derrota de 122 a 118 con 15 indecisos. Desde el comienzo del debate, a las 11,30 de ayer, comenzaron a achicar la brecha, llegando a estar empatados en 125; aunque horas después las definiciones de legisladores indecisos transformaron ese posible resultado en 128 a 126 en contra de la legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación.
Así, la algarabía que reinaba en los portadores de pañuelos verdes hasta la 1 de la madrugada, se convirtió en pesimismo minutos después, cuando los kirchneristas formoseños Ines Lotto y Gustavo Fernández Patri, además del macrista tucumano Facundo Garretón, anunciaron sus votos en contra.
A las 7 de la mañana, con el 128 a 126 en contra y sin resultado en el intento de convencer a algunos indecisos, las impulsoras del proyecto improvisaron una conferencia de prensa para pedirle al gobierno una «decisión política» sobre el tema y a sus militantes que mantuvieron «la calma y la tranquilidad».
Sin embargo, las buenas noticias para los diputados que impulsaban el «sí» llegaron en la última hora, pasadas las 8, con el giro en las posiciones de los peronistas pampeanos Melina Delú y Ariel Rauschenberger, que al límite de la votación revelaron que lo harían a favor.
La confirmación del voto positivo del radical puntano José Riccardo, que había esbozado una posible abstención; y el sorpresivo reposicionamiento del macrista fueguino Gastón Roma, a favor del proyecto, terminaron de ampliar la diferencia para llegar al 129 a 125.
La peronista cordobesa Alejandra Vigo fue la única que se abstuvo en una sesión que, como casi nunca sucede, tuvo asistencia perfecta; descontando la obvia ausencia del kirchnerista Julio de Vido, suspendido como legislador.
La sesión dejó como postal final el abrazo entre diputados de diferentes bancadas, aún entre los que en los debates políticos tienen posturas radicalmente diferenciadas, como kirchneritas, peronistas, massistas y ocialistas.
Como contracara, los macristas Nicolás Massot y Pablo Tonelli rodeaban con gestos adustos a Elisa Carrió que, visiblemente molesta, pidió la palabra y advirtió: «No he hablado hasta ahora para preservar la unidad de Cambiemos», dando por sentado que estaba en contra de la apertura del debate.
La tensión que se vivió en la sesión quedó expuesta de sobremanera al final cuando el macrista cordobés Javier Pretto le pidió al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, también del PRO, que leyera el número final de la votación ante la duda que se había generado por dos votos que originalmente habían sido mal registrados por el sistema. «Son dos votos, matemática; dos votos no alteran la votación. A las 10 de la mañana si usted necesita con dos votos el resultado final, estamos jodiendo», le respondió con vehemencia Monzó ante la insistencia para que se leyera el resultado definitivo expresada por Pretto, que al final de la sesión le pidió disculpas.
El texto que se aprobó se basó en el proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que ese colectivo presenta desde 2006, y recibió al menos cuatro modificaciones en busca de sumar mayores consensos y tentar a los legisladores que en un principio se mostraron indecisos. Entre esos cambios se incorporó la objeción de conciencia, que habilitaría a los profesionales a ejercerla de manera individual pero no así a las instituciones de salud.
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